Importante anuncio del gobierno de EEUULa administración federal de Estados Unidos ha finalizado el contrato del gobierno con una compañía de biociencias que proporcionaba tejido fetal humano a partir de abortos electivos con fines experimentales.
La FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos) ya no obtendrá el tejido fetal de Advanced Bioscience Resources Inc., una empresa con sede en California.
Ciencia y moral no se excluyen
El anunció fue hecho por el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) el pasado miércoles. ¿La razón? Que este Departamento no estaba seguro que las adquisiciones de tejido fetal cumplieran con las regulaciones gubernamentales y normas éticas y morales.
“La administración de Trump ha tomado acciones legítimas para separar los fondos de investigación federales de la industria del aborto”, dijo Melanie Israel, investigadora asociada del Centro DeVos para la Religión y la Sociedad Civil de la Fundación Heritage.
Israel dijo que el anuncio del HHS ayuda a garantizar que la investigación científica se realice con los más altos estándares morales. “La buena ciencia y la investigación ética de la afirmación de la vida no se excluyen mutuamente”, dijo Israel.
DeVos agregó que, de hecho, son las fuentes derivadas éticamente, como el tejido quirúrgico desechado y las células madre adultas, “las que han contribuido a los tratamientos exitosos para una variedad de dolencias, no el tejido obtenido de abortos electivos”.
Experimentos repugnantes
La presión de los grupos pro-vida sobre ésta serie de experimentos que estaba llevando a cabo la FDA ha dado, finalmente, resultados. Se trata de los proyectos financiados con fondos federales se continúen realizando pero respetando la vida humana inocente.
Marjorie Dannenfelser, presidenta de Susan B. Anthony List, una organización de defensa a favor de la vida, también elogió el anuncio.
“Esta es una gran victoria pro-vida, y agradecemos al Presidente Trump por tomar una acción decisiva. Es indignante y repugnante que hayamos sido cómplices, a través del dinero de los contribuyentes, en la experimentación con partes del cuerpo del bebé”, dijo Dannenfelser.
Según la activista pro-vida se han gastado 120 millones de dólares cada año “en experimentos espantosos y poco éticos que involucran corazones, hígados, huesos y cerebros extraídos de bebés demasiado pequeños y vulnerables para hablar por sí mismos”.
El HHS ha dado marcha atrás. La “industria” de los abortos selectivos ha encontrado, en esta decisión, una pérdida importante de recursos financieros. Pocas veces la ética y la moral triunfan sobre el mercado. Ésta vez, parece ser que sí se pudo.
*Con información de The Daily Signal*