El emotivo adiós al “último benemérito de la Guerra del Chaco de la ciudad de Tarija” (Bolivia) “Dios más bien me ha favorecido, éramos cuatro hermanos que hemos ido, dos han caído prisioneros, y el otro volvió conmigo, pero nada más”.
Las palabras pertenecen a Eusebio Múñoz Aparicio, excombatiente boliviano de la famosa Guerra de Chaco (1932-1935), el conflicto bélico más importante de Sudamérica en el Siglo XX que enfrentó a Paraguay con Bolivia y que dejó más de 90.000 soldados muertos, además de centenares de heridos.
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Eusebio, considerado “el último benemérito de esta guerra oriundo de la ciudad de Tarija” fue uno de los sobrevivientes de aquel enfrentamiento y este recuerdo sobre el favor de Dios fue emitido durante un homenaje al cumplir 100 años.
“La Guerra ha sido como para no contarla, a veces sufríamos de hambre, sufríamos ataques por una semana, a veces nos vencían y nos sacaban, pero hemos sido nosotros quienes hemos avanzado hasta Boquerón, lo hemos quitado y estábamos ahí cuando se terminó la Guerra”, agregaba en ese momento, reproducen medios como El País de Tarija.
Por estos días todos vuelven a hablar de Eusebio, pues a la edad de 103 años murió y recibió un emotivo último adiós, además del homenaje hasta del propio presidente Evo Morales.
Lamentamos mucho el fallecimiento de don Eusebio Muñoz Aparicio, el último benemérito de la Guerra del Chaco de la ciudad de #Tarija. Enviamos nuestro pésame y solidaridad a su familia. #Bolivia estará eternamente agradecida con los héroes de la Patria. pic.twitter.com/fCPMvG04hn
— Evo Morales Ayma (@evoespueblo) June 5, 2019
Sin embargo, más allá de los aspectos vinculados a su lucha por la patria, que comenzó cuando tenía 16 años, el verdadero legado de Eusebio radica en su amor y esmero a favor de su familia.
Así lo deja de manifiesto uno de sus 11 hijos, Edmundo Muñoz, quien no duda en afirmar que lo que más valora de su padre es la enseñanza que le djó en cuanto al valor del trabajo, entre otras cosas.
Es que al regreso de la guerra, allá por el año 1935, Eusebio conoció a su esposa (fallecida hace 10 años), Isabel Orozco Torres con quien se casó en aquel tiempo. Siete de sus hijos fallecieron en diversas circunstancias y son cuatro los que quedan vivos.
Pero la vida de Eusebio continuó como agricultor y sus hijos no han escondido la decepción de que su padre –si bien ha sido reconocido cuando cumplió 100 años- haya sido abandonado en la última etapa de su vida de parte de las autoridades
“En el tiempo que él estuvo en el hospital no se acercó nadie, decían que era una joya, pero a la joya no le vino a ver nadie. Ni una bolsa de pañales nos dieron”, recuerda su hija Blanca, reproduce Página Siete en base a El País, la misma que se encargó de dar un último mensaje de amor:
“Encargarle a Diosito que me lo tenga en su santa gloria y que descanse en paz porque ya más de un siglo que nos ha acompañado. Gracias papá. Gracias”.
Luego de una misa de cuerpo presente en la Iglesia San Roque, Eusebio recibió su último adiós y desde ahora forma parte de la larga lista de excombatientes, la mayoría centenarios, que han ido falleciendo en estos últimos tiempos.
¡Estalló la paz!
En tanto, la muerte de este hombre se produce a poco tiempo del nuevo aniversario, este 12 de junio, del que puede ser considerado el “día que estalló la paz” entre Bolivia y Paraguay. Esto fue posible gracias a la firma de un armisticio entre representantes de ambos países y significó el fin a un conflicto armado que hasta llegó a ser calificado como “la más estúpidas de las guerras”.
Ojalá el legado de Eusebio, así como de otros excombatientes que dejaron todo por su patria y luego en sus familias, perdure, pero que aquello del combate entre naciones hermanas sea algo de “nunca más”.
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Con información en base a El País de Tarija y Página Siete
