El Pontífice anuncia misa especial por Migrantes y el Vaticano da otra señal en contraste con la política nacionalista italiana y europea.
Carola Rackete la capitana de la embarcación Sea Watch 3 aceptó poner en riesgo su libertad, pero decidió terminar con dos semanas más de sufrimiento en la piel de medio centenar de migrantes náufragos rescatados. En la noche del sábado, aprovechó que no había nadie en el puerto, era madrugada cuando levó anclas y acercó su barco al puerto italiano de Lampedusa pese a las advertencias de las autoridades italianas, que le habían negado la entrada y amenazada con el arresto y así fue.
El cardenal Pietro Parolin habló sobre la historia del barco de la ONG alemana que a bordo, llevaba a 40 de 52 migrantes náufragos rescatados en el mar, cerca de las costas de Libia, el pasado 12 de junio y a algunos parlamentarios de izquierda italianos que la apoyaban. Los 40 migrantes a bordo del Sea Watch ahora deberían ser distribuidos entre diferentes países europeos. Francia ha declarado su voluntad de aceptar 10.
“Creo que la vida humana debe salvarse de cualquier manera, por ende, esa debe ser la estrella polar que nos guié, el resto es secundario”. Lo dijo el secretario de Estado del Vaticano, Parolin, desde la ciudad de Potenza, sur de Italia, el sábado por la noche, respondiendo a los periodistas al final de un evento organizado por el periódico católico Avvenire.
Estas declaraciones de la mano derecha del papa Francisco en el manejo de las relaciones con los Estados y la diplomacia de la Santa Sede se perfila como un choque directo contra las posiciones anti derechos humanos del actual gobierno italiano y el ministro Matteo Salvini.
Según el secretario de estado del Vaticano, el papa Francisco considera que “la diplomacia no mundana del Vaticano, es la diplomacia del Evangelio, para actuar sobre la base de los grandes valores de la convivencia”.
Según la nueva ley aprobada por el ejecutivo italiano, cualquier ONG que entre en aguas territoriales sin la autorización correspondiente se expone a una multa de 50.000 euros y hasta a 15 años de cárcel para sus responsables.
En este contexto, se ha llevado a la cárcel a la joven alemana de 31 años que se encuentra acusada por “resistencia o violencia contra un buque de guerra“, un cargo que se suma a otro relacionado con el tráfico ilegal de personas por el que ya estaba siendo investigada.
Rackete, por la primera acusación, puede enfrentarse a hasta 10 años de prisión. En este sentido, el Pontífice y el Vaticano han lanzando casi un mensaje directo de apoyo a aquellos que salvan vidas en el Mar Mediterráneo como lo piden las convenciones internacionales: Convenio de Bruselas, Convenio de Londres sobre Salvamento Marítimo y el Convenio Internacional sobre búsqueda y salvamento marítimos, suscrito en Hamburgo el 27 de abril de 1979.
En la noche entre el viernes y el sábado, la capitán del barco que rescató a 40 migrantes en el mar hace 16 días, decidió proceder hacia el puerto de Lampedusa a pesar de la falta de autorización. “Temía que algunos de los migrantes se quitaran la vida”, argumentó Carola Rackete a la prensa italiana para justificar su decisión después de tres días de espera a media milla de Lampedusa.
El barco permaneció fuera del puerto durante unos minutos, bloqueado por un barco patrullero que ordenó repetidamente el alto, luego siguió adelante y se dirigió hacia el muelle.
Por otro lado, la hoja de ruta del Papa de la misericordia y de la protección de la vida del más débil choca directamente con la agenda del nacionalismo europeo. Precisamente, hoy, se anunció otro gesto del Papa al respecto. El 8 de julio a las 11 en la Basílica vaticana, el Sucesor de Pedro celebrará una Misa especial por los Migrantes. Lo anunció esta mañana el Director ad interim de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Alessandro Gisotti.
La celebración litúrgica que recordará el VI aniversario de la visita del Papa Francisco a Lampedusa, se realizará el próximo lunes. En la Misa presidida por el Sucesor de Pedro en el Altar de la Cátedra participarán alrededor de 250 personas entre migrantes, refugiados y aquellos que se han comprometido para salvar sus vidas.
Early this morning, after 17 days, the last 40 survivors of #SeaWatch3 finally set foot on dry land.
They were brought to the #Lampedusa Hotspot, where they gave captain #CarolaRackete a warm welcome, as she was taken to the same place for identification after being arrested. pic.twitter.com/VVKNkK2JXw
— Sea-Watch International (@seawatch_intl) June 29, 2019
Estarán presentes “solo las personas invitadas por la Sección Migrantes y Refugiados del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, al cual el Santo Padre ha confiado la preparación del evento”, aclaró el Director ad interim de la Oficina de Prensa de la Santa Sede.
El deseo del Santo Padre es que “éste sea lo más posible un momento de recogimiento, en recuerdo de todos los que han perdido la vida escapando de la guerra y la miseria y para alentar a aquellos que, cada día, se esfuerzan en sostener, acompañar y acoger a migrantes y refugiados”, añadió Gisotti.
