Tal vez no estés preparado para recibir la comunión en gracia de Dios o físicamente no te sea posible. O quedan unos instantes para tu próxima comunión. Esta es la oración que conmueve al Señor
Yo quisiera, Señor, recibiros con aquella pureza, humildad y devoción con que os recibió vuestra Santísima Madre, con el espíritu y fervor de los santos.
La “comunión espiritual” es una oración breve que condensa la voluntad de comulgar de quien la reza y la humildad ante el inmenso regalo de la Eucaristía.
Este texto es de devoción popular, aunque fue ligeramente modificado por san Josemaría Escrivá a partir de la comunión espiritual que le enseñó el padre Manuel Laborda.
Más unión con Dios
Este santo español que fundó el Opus Dei animaba a hacer la comunión espiritual tantas veces como pudieran:
“¡Qué fuente de gracias es la Comunión espiritual! Practícala frecuentemente y tendrás más presencia de Dios y más unión con Él en las obras”.
No siempre es posible comulgar, pero sí puedes decirle a Jesús en cualquier circunstancia que tienes deseos de unirte a Él en la comunión.
Existen muchas oraciones tradicionales de comunión espiritual, por ejemplo esta:
Creo, Jesús mío, que estás realmente presente en el Santísimo Sacramento del altar.
Te amo sobre todas las cosas y deseo ardientemente recibirte dentro de mi alma, pero no pudiendo hacerlo sacramentalmente, ven al menos espiritualmente a mi corazón.
Quédate conmigo y no permitas que me separe de Ti.
Amén.
También puedes hacer espontáneamente tu propia oración para decirle a Jesús que tienes deseos de comulgar.