Los Carmelitas Descalzos de Venezuela recibieron el Decreto de Indulgencia Plenaria
Tenía solo 20 años y esta chilena ya era la primera carmelita americana en llegar a los altares. Juanita Fernández Solar era su nombre de familia. Nació en Santiago de Chile el 13 de julio de 1900, en el seno de una familia cristiana y de buena situación económica.
Hace 26 años fue canonizada por el Papa Juan Pablo II 21 de marzo del año 1993, en la ciudad de Roma, esta singular religiosa chilena que hizo de su vida un fervor profundo por la Virgen a quien imitó en las virtudes que siempre practicó: simplicidad, humildad, alegría y paz.
Teresa de Jesús de Los Andes es Patrona de los Bomberos chilenos, pero en toda la América andina se le venera como la “jovencita milagrosa” que murió en olor de santidad, ejemplo para la juventud que nos enseña a amar la naturaleza y que contagia con su alegría y las ganas de vivir.
Desde el 12 de abril de 1920, fecha en que Teresa de Jesús de Los Andes, dejó este mundo, se empezaron a obrar signos de amor y paz en torno a esta joven de 19 años. Desde el momento de su muerte, los fieles comenzaron a poner a Teresita por intercesora ante el Señor. Y el pueblo, llevado por su fe, la tuvo por santa sin que la iglesia se hubiera pronunciado.
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El Santuario que le fue dedicado se encuentra en lugar muy estratégico, en una bifurcación de caminos que favorece a los peregrinos llegados desde Santiago, Los Andes, la costa y San Felipe. El lugar se llama Auco y pertenece a la comuna de Rinconada de los Andes, en Chile.
Teresa de los Andes, carmelita, hija de la Gran Teresa de Ávila, Maestra de la oración, nos va mostrando por su vida inmortalizada en su Diario, que acompaña a la soledad para encontrarnos con Dios. Dios fue siempre su camino y su fin y así en el santuario –escriben los cronistas- la oración cristiana es primordial: oración litúrgica y personal. La cripta donde se encuentra su tumba, es lugar de silencio y oración personal. Y porque la oración es “trato de amistad” nos compromete a no permanecer encerrados en nosotros mismos, sino abrirnos a esa gracia de Dios que nos llama a identificarnos con la voluntad del Señor a través de la purificación del corazón.
Es también por ello que el santuario ha dado tanta importancia al sacramento de la reconciliación donde el peregrino se purifica para encontrarse libre de ataduras con ese Dios y, así, el santuario de Auco está erigido para que con Teresa de Los Andes y una oración profunda podamos ser testimonio de muchas conversiones.
Es preciso resaltar las diversas manifestaciones de la religiosidad popular tan propias del alma del pueblo americano. Los bailes religiosos, expresión que a través del tiempo han servido en muchos hogares como testimonio de fe. Gente con alma de poeta que ha sabido cantar las glorias de Dios, la Virgen y los santos. Todo se manifiesta en grupo: hoy día el peregrino no viaja solo, lo hace en familia. La pastoral Familiar ha hecho una encomiable labor en el lugar y es de gran dedicación el fomento la unión del núcleo familiar.
La Arquidiócesis de Caracas, es conducida actualmente por el cardenal Baltazar Porras Cardozo, también arzobispo de Mérida, “La Ciudad de Los Caballeros” en el corazón de Los Andes. Con mucha alegría hizo circular recientemente el Decreto de la Indulgencia Plenaria que, en ocasión del Centenario de la muerte de Santa Teresa de los Andes, solicitara ante la Santa Sede la Nunciatura Apostólica en Caracas, junto con el P. Daniel Rodríguez para la Orden de los Carmelitas Descalzos.
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