Sus hijos le ayudan a inspirarse cuando tiene que componer, y a desconectar cuando tiene que descansar
Carlos Baute y Astrid Klisans han formado una hermosa familia con sus tres pequeños Markuss, Liene y Álisse. En una entrevista reciente para la revista Hola el cantante aseguró que “es una locura, pero que están muy felices”.
Con su familia se siente pleno y no hay cosa que le haga más feliz que dedicarles todos los minutos que tiene. Sin embargo, lo más difícil para él ha sido el aprender a administrar el valioso tiempo que le demanda su trabajo y también estar con su familia.
El cantante dice que para ello su mujer le ayuda mucho, pero todo se ha convertido en una planificada logística para volver a casa y compartir los momentos de calidad con ellos, ya que lo más duro son las ausencias que su trabajo muchas veces le exige.
“Cuando me voy de gira, puedo pasarme ocho meses fuera de casa. Ahora me lo monto de otra manera, voy y vengo para pasar horas con mi familia. Aunque gane menos dinero y sea una paliza, cruzo el charco para pasar aquí los días libres”.
También se ha ajustado a escribir desde casa para pasar tiempo con ellos, algo que Carlos reconoce haberle aportado positivamente a su trabajo como compositor, ya que en los niños encuentra inspiración para sus canciones y también la desconexión que necesita para descansar.
“Los niños me sirven de desconexión. Paso unas horas escribiendo y luego salgo del estudio para jugar con ellos, los llevo al parque, merendamos. Desconecto, apago el teléfono y después lo miro, pero estoy con mis hijos”.
Carlos asegura que quiere disfrutar de ellos al máximo, pero eso implica hacer renuncias importantes que también ha tenido que incorporar a su horario para darle prioridad a los momentos de calidad en familia.
“Con todo el dolor de mi corazón, he tenido que dejar países fuera de la gira porque quiero una semana de vacaciones con mi familia. Antes eso era impensable, todo era trabajar y trabajar. Ahora el tiempo lo administras de una manera brutal”.
Los esfuerzos para Carlos valen la pena si se hacen por la familia. Para él ellos son el mejor regalo que tiene y les atribuye los momentos de amor más intensos de su vida.
“Cuando me casé en la iglesia y vi a mi mujer caminando con el órgano de fondo, lo que yo sentí fue una cosa impresionante. Dije: aquí tengo un compromiso. Sentí una cosa muy especial y también me ocurrió con el nacimiento de mis hijos”.
“Es un amor incondicional. Vivo y muero por ti es una canción para todos los hijos. Desde el segundo cero yo vivo por ellos. Es que no hay comparación con ningún, ningún amor…..”.