El arzobispo de Nassau explica el paso del huracán Dorian por BahamasEl arzobispo de Nassau (Bahamas), Patrick C. Pinder, ha descrito el paso del huracán Dorian como una “experiencia horrible” en la que muchos perdieron sus hogares y algunos perdieron todas sus posesiones. En Bahamas se habla solo de terror y confusión.
A más de una semana que el huracán azotó las islas caribeñas, se habla de 45 personas muertas, pero el número va a ir creciendo a medida que bajen las aguas. Miles permanecen evacuados, y muchos han instado al gobierno de Estados Unidos (Florida está a 200 kilómetros al norte) a que les de asilo sin tramitar la visa para entrar en su territorio a través del puerto más cercano que es Fort Lauderdale.
El huracán se detuvo en el norte de las Bahamas del 1 al 3 de septiembre; el gobierno de Bahamas estima que Dorian afectó a 70.000, y 60 por ciento de los afectados pueden haber perdido sus hogares. El arzobispo Pinder—como las autoridades civiles– cree que la cifra oficial de muertos “está destinada a aumentar”.
Apenas se empieza a conocer el daño
En la entrevista telefónica con el periódico Florida Catholic, Pinder informó que dos escuelas y una parroquia en la isla de Abaco fueron destruidas. Las muestras de apoyo le han llegado pero, lo importante ahora es “asegurarse de que todos tengan las necesidades básicas y que tengamos una buena evaluación de las necesidades y prioridades”.
El arzobispo Pinder explicó que el plan es dar cabida a todos los estudiantes de las escuelas católicas desplazadas en las escuelas católicas de la Isla Nueva Providencia y también se ha debatido sobre el alojamiento de algunos de los estudiantes desplazados de las escuelas públicas.
“Todavía estamos trabajando en esto. Recién hemos comenzado a comprender la profundidad total de esta catástrofe: es un desastre en una escala que nunca antes habíamos visto”, enfatizó Pinder. Los planes también están en marcha para ofrecer asesoramiento sobre el estrés postraumático para los sobrevivientes de Dorian.
La mejor manera de apoyar a las Bahamas
Con respecto a la ayuda para las Bahamas, el periódico Florida Catholic ha dicho que la mejor manera de apoyar a los vecinos de las Bahamas (como el año anterior a los de Puerto Rico) es a través de donaciones monetarias que se puede usar para comprar suministros a granel y recibirlos de inmediato.
También para reiniciar la economía local, permitiendo a las comunidades comenzar a recuperarse. Lo que hay que asegurar es que los artículos enviados sean realmente los artículos necesarios, no solo inmediatamente después del desastre, sino meses después, cuando la recuperación está en curso.
“Son las agencias que están en el terreno brindando ayuda, las que realmente saben lo que se necesita. Por lo tanto, es mejor darles los recursos para que puedan comprar localmente lo que se necesita. Ayuda a que las empresas vuelvan a funcionar localmente”, dijo Peter Routsis-Arroyo, director de Cáritas de la arquidiócesis de Miami.
La Iglesia sabe a dónde enviar los recursos
En este sentido, la Iglesia Católica tiene una clara ventaja cuando ocurre un desastre en cualquier parte del mundo: una red interconectada de iglesias y agencias con profundas raíces y profundo conocimiento de las comunidades afectadas.
“Hemos estado en contacto constante con el arzobispo Pinder”, dijo Routsis-Arroyo. “Nos envía una lista de lo que necesita y es más fácil para nosotros recolectar dinero, comprar al por mayor, no tener que pagar impuestos ni nada. Tenemos amigos de la agencia que se lo enviarán gratis. Y luego él sabe cómo llegar a quien sea que conozca de su parte”.
El “lado positivo” que Cáritas ve de este fenómeno es el hecho de que Florida y muchas islas del Caribe se salvaron de cualquier daño con Dorian. “Entonces, el enfoque puede estar en las Bahamas. Dios sabe que ahora tienen que reconstruir la mitad de su economía”, terminó diciendo Routsis-Arroyo.
Con información de Florida Catholic