Dejar de mirarse a sí mismo y darle una mano al otro para ayudarnos mutuamente
Luciano Magnino trabaja como médico clínico en un consultorio de Catriló (Argentina) donde recibe a pacientes de todas las edades. Decidió destinar un día a la semana para atender de forma gratuita a personas que no tenían seguro médico y la noticia se hizo viral.
El joven médico ha explicado en una entrevista radial que la motivación de esta iniciativa solidaria fue la de satisfacer un deseo personal que tenía hace tiempo: dar algo de lo que tenía a la gente que más lo necesitaba.
“En el consultorio se ven patologías, gente que sufre. Por otro lado, uno llega a casa y ve a los chicos sanos. Uno tiene donde vivir, un lugar calentito, salud, una esposa y uno se pregunta verdaderamente ¿qué le falta?. No le falta nada y tiene mucho que agradecer”.
“Se me ocurrió poner un cartel en la sala de espera del consultorio donde decía que atendía un día a la semana a pacientes que no contaban con obra social o prepaga, con el objetivo de dar algo de lo mucho o poco que uno tiene para la gente que lo necesita”.
Luciano cuenta que a raíz de que se hizo conocido su gesto solidario, médicos de todo el país le mostraron su apoyo cuando se enteraron. Para que esta obra se pueda llevar a cabo, se necesita de todos. Como médico podía atender a la gente pero luego precisaba los medicamentos para estas personas.
“Esto solo no lo puedo hacer. Es un consultorio particular. Tuve que pedir colaboración a los laboratorios porque necesitaba la medicación y muy gustosamente me ayudaron. Muchos brazos me han tendido otros colegas y no colegas. Fue algo impresionante”.
Luciano piensa que el hecho de que esta noticia se haya hecho viral tiene un motivo que nos lleva a la reflexión porque esto tendría que ser algo normal y no tomado como una rareza. En este sentido sostiene que él no es la noticia, sino lo que estamos viviendo.
No se trata de que la gente no sea solidaria, sino el estilo de vida que la lleva a dejar de hacerlo. “Somos solidarios. Lo que ocurre es que a veces por tema de tiempo o por el momento en que estamos viviendo nos olvidamos de estas cosas, pero la solidaridad está a flor de piel”.
“Lo que habría que analizar es cómo estamos viviendo, si lo que hacemos no es un poco egoísta o tan rápido que no nos permite ver al que está al lado. Hay frases que ya no se escuchan tanto como ‘¿necesitas algo? ¿te puedo dar una mano?’ por miedo a que nos pidan algo o a que nos carguen los problemas del otro”.
Para Luciano hay una necesidad de replantearnos qué queremos como sociedad y ayudarnos mutuamente. Dejar uno mismo de ser el centro y recuperar una mirada hacia el otro. “Estoy convencido que no soy el único que hace esto. Hay muchos profesionales que son solidarios. Que esto sirva de puntapié para replantearnos qué queremos para el futuro”.