El deportista argentino dedica muchos recursos a ayudar a los niños pobres de Colonia Dora, no olvidando que él fue uno de ellosPuso a su pueblo en el mapa internacional. EL 70% del artículo de Colonia Dora, Santiago del Estero, en Wikipedia, está dedicado a él, su ciudadano más ilustre.
Hoy integrante de uno de los cuatro mejores equipos del Mundial de Básquet de China, el argentino Gabriel Deck, “Tortuga”, sorprende por su sencillez y humildad. Además de su inmenso talento en el baloncesto, por supuesto.
El alero de 24 años milita actualmente en las filas del Real Madrid, pero sus primeros pasos en el básquet comenzaron en Colonia Dora, apuntando a un aro improvisado con un volante de tractor. Se destacó en el club Bartolomé Mitre de un pueblo que según el último censo no llega a 4 mil, pero cuando él estima se acerca a los diez mil. De cualquiera manera, pueblo, su pueblo.
Deck era chiquito decían, pero de a poco lo dejaron ir jugando con los más grandes, junto con su hermano, con quien comenzaban a destacarse.
Pero no todo era deporte, y escuela. Solía ayudar a su padre que trabajaba en la alfalfa y a su madre, limpiando colectivos, por ejemplo, a la madrugada, cuando llegaban los autobuses de larga distancia.
Cuando fueron tentados con su hermano para ir a la Capital para jugar en un equipo de la Liga Nacional, la primera división del básquet argentino, tenía apenas 13 años. Su hermano 16. Era una posibilidad de ayudar a la familia en un difícil momento económico. Como dijo en una entrevista a BásquetPlus.com, para sacarle a su papá dos platos de comida. Su mamá, eso sí, viajaba a Santiago cada tanto y los “tenía cortito”. Era apenas un niño.
Con Quimsa, el club santiagueño, comenzó a destacarse en las ligas juveniles y en los seleccionados argentinos, ya perfilándose como una estrella. Al tiempo, salió campéon de la Liga.
Y recibió una convocatoria del poderoso club San Lorenzo de Almagro, de Buenos Aires. Para jugar en el mismo club que otrora jugaba básquet el padre del actual Papa Francisco. Deck también salió campeón.
Y comenzó a ayudar a sus padres para retribuirles el esfuerzo hecho por él. Y obtuvo el llamado internacional, del Real Madrid, en España, donde también se coronó en la liga local.
En el actual mundial, lo dicho, está teniendo una destacadísima actuación, como titular de un equipo invicto que ya está en semifinales.
Pero en sus redes sociales muestra que su corazón tiene lugar para otras cosas. E intercala entre las fotos del gran momento que están viviendo uno de sus mayores motivos de orgullo y emoción: el comedor infantil 7 de abril, que está próximo a abrirse en su Colonia Dora.
Situado en el barrio de su infancia, 7 de abril, fue puesto en marcha por él, su hermano y una amiga para acompañar nutricionalmente a niños de menos de 12 años.
Según muestra en la foto, no falta mucho para que pueda ser inaugurado: quizá, por qué no, pueda hacerse con su presencia colgando una medalla en este mundial.
Gabriel Deck no pierde la cabeza. En una reciente entrevista con el diario La Nación expresó que lo que le toca vivir, siente, “es un regalo que el de arriba” le está dando.
Y atribuye esos valores que lo acompañan al haberse criado en un pueblo chico y en una familia humilde. “Desde el primer momento me enseñaron a ser respetuoso, solidario, compañero, tener humildad, a tener siempre en cuenta al otro”, expresa a ese diario.
A Gabriel Deck probablemente no le entren todos los trofeos ganados en un mismo cuarto. Pero nada atesora tanto como su pueblo, al que lleva a donde vaya.