Caminó durante más de una hora por una zona inhóspita buscando ayuda para poder salvar la vida de su padre tras accidente en carretera Tiene tan solo siete años y hoy todos aplauden su valentía. Hasta ahora su nombre ha trascendido a través de sus iniciales V.M.S.V, pero todos lo reconocen como el “niño héroe”.
Según diversos medios de prensa, como la Agencia Andina, el niño viajaba junto a su padre por la zona de Arenillas, provincia de Pomabamba, en la sierra de Áncash cuando de un momento al otro el vehículo se despistó.
Eran las tres de la mañana, reinaba la oscuridad, el desconcierto y el frío extremo, pues el lugar del accidente estaba ubicado a más de 4.000 metros sobre el nivel del mal. Sin embargo, pudieron sobrevivir y el dato ya merece celebración.
Pero la odisea recién comenzaba. Una vez que el pequeño logró confirmar que su padre estaba malherido decidió hacerle frente al miedo y la adversidad para ponerse en camino con un único objetivo: salvar a su padre.
Fue así que caminó en la noche por más de una hora buscando a alguien que lo pudiera ayudar. De manera providencial, ya con el propósito encaminado, logró toparse con un campamento improvisado instalado por la municipalidad para la construcción de una carretera.
Ni la oscuridad ni el frío hizo temer a un niño que caminó solo a las 3 de la madrugada para buscar ayuda y salvar a su papá. El menor los guió hasta el lugar del accidente https://t.co/Uyz4QWNkFo
Video: Raúl Montero pic.twitter.com/E5MKqJxRvU
— Agencia Andina (@Agencia_Andina) September 12, 2019
¡Auxilien a mi padre!
En el medio de la oscuridad se hizo la luz, pues el niño encontró la mano amiga del campesino Carlos Cruz Flores, hombre encargado de custodiar la obra, prosigue Agencia Andina.
Si bien el niño recibió atención y alimentación, en realidad, contó a la agencia este campesino, su única preocupación era su padre. Esto motivó que comenzara la otra etapa del viaje, guiar al hombre que lo estaba auxiliando hasta el lugar del accidente.
El niño lo logró, pues fue posible encontrar al vehículo siniestrado y a su lado al padre, lastimado, pero aún consciente. Rápidamente se pusieron en contacto con la policía local, hecho que derivó en el traslado tanto del padre como del menor a un centro asistencial.
Ahora, solo resta esperar la recuperación total de los afectados y seguir recordando estos gestos de valentía, en este caso de un niño de tan solo siete años con una determinación capaz de salvar vidas: y en este caso la de su padre.
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Con información en base a la Agencia Andina
Foto de portada ilustrativa
