Las denuncias de abuso infantil realizadas en un contexto sacramental no están exentas y deben informarse en el Estado de VictoriaHace pocos meses, la polémica sobre la obligación a los sacerdotes de violar el secreto de confesión motivó en California, Estados Unidos, una fuerte repulsa por parte de la Iglesia católica y de otras confesiones religiosas, así como de organizaciones civiles.
Finalmente, ese proyecto de ley, conocido como S-360, fue retirado por sus proponentes. El motivo anunciado (el día anterior a la votación por parte de la Asamblea estatal) fue el no contar con suficiente apoyo por parte de los legisladores.
Ahora, una ley similar ha sido aprobada en el Estado australiano de Victoria. Según el reporte de Catholic News Agency (CNA) la ley obligará a los sacerdotes a violar el secreto de la confesión si algo en la confesión les da razones para sospechar casos de abuso infantil.
A diferencia de otros países con leyes y políticas similares, las denuncias de abuso infantil realizadas en un contexto sacramental no están exentas y deben informarse en el Estado de Victoria, según el reporte de CNA.
El primer ministro Daniel Andrews, un laborista católico que ha encabezado el gobierno de Victoria desde 2014, fue citado en el periódico australiano The Age diciendo que esperaba que la legislación “enviara un mensaje al Vaticano” sobre el abuso infantil. El proyecto de ley fue aprobado con apoyo bipartidista.
Por su parte, el arzobispo de Melbourne, Peter Comensoli le dijo a la radio ABC que “antes iría a la cárcel” que cumplir con la ley propuesta por el gobierno de Andrews para obligar a los sacerdotes a reportar evidencia de abuso revelado en el confesionario.
“Personalmente, conservaré el secreto”, sentenció el arzobispo Comensoli. Más adelante, explicó que “instaría a cualquiera que confesara haber abusado” a que se entregue o que admita el abuso fuera del contexto sacramental, donde el sigilo no aplica, para denunciarlo a la policía.
“La confesión no coloca a las personas por encima de la ley. Los sacerdotes deben ser reporteros obligatorios, pero de manera similar a las protecciones a la relación abogado / cliente y la protección de las fuentes de los periodistas”, dijo el arzobispo de Melbourne en un comunicado.
Los sacerdotes católicos ya están sujetos a las leyes de informes obligatorios en Australia del Sur y el Territorio del Norte, mientras que Australia Occidental y Tasmania han anunciado planes para obligar a los religiosos a revelar el conocimiento del abuso, según ha publicado The Canberra Times.
Además de los líderes religiosos, las enfermeras, los maestros, los oficiales de policía, los médicos, los consejeros y el personal de justicia juvenil están obligados a denunciar a la policía un abuso infantil sospechado o conocido.