Vende por 1.2 millones de dólares (poco más de un millón de euros) la casa del ex obispo en Elmwood Place, en WheelingEl tsunami que se ha levantado en contra de la Iglesia católica en Estados Unidos ha obligado a ésta a cambiar gran cantidad de prácticas. Lo que antes era visto de reojo o, simplemente, ignorado, incluso considerado como impropio entre obispos, hoy, por la fuerza de los escándalos de abuso sexual, es motivo de actos decisivos.
Tal es el caso del nuevo obispo de la diócesis de Wheeling-Charleston (Virginia Occidental, Estados Unidos), Mark E. Brennan, quien ha tenido que enfrentar los escándalos de acoso sexual a personas adultas y el uso indebido de fondos de la Iglesia de su antecesor, Michael J. Bransfield.
El obispo Brennan, conocido por su modo sencillo de vida, ha sido movido por el Papa Francisco para hacerse cargo de la diócesis de Wheeling-Charleston, luego de que se conocieron las acusaciones en contra del ex obispo Bransfield sobre sus viajes, sus gastos suntuosos, su vida de lujos y, también, por haber abusado de su poder en contra de adultos.
Una de las primeras acciones del obispo Brennan ha sido vender en 1.2 millones de dólares (poco más de un millón de euros) la casa del ex obispo en Elmwood Place, en Wheeling. Mediante una carta a sus fieles, el obispo Brennan explicó que el dinero se colocará en un fondo especial para ayudar a las víctimas de abuso sexual en Virginia Occidental con asesoramiento profesional, apoyo psicológico y espiritual.
“Mi intención en los próximos días es definir los términos de la restitución requerida al obispo Bransfield por el daño que causó y los recursos de la Iglesia que derrochó”, dijo Brennan en la carta. “Espero que el ex obispo vea esto como una oportunidad para reconocer sus ofensas y para enmendar verdaderamente a la diócesis de Wheeling-Charleston y las buenas personas en todo el Estado que han sido tan profundamente afectadas por este escándalo”.
Algunas de las acciones del obispo Brennan (Galería)
Cumplirle al pueblo y al Papa
En septiembre pasado, el Papa Francisco anunció el retiro de Bransfield como obispo de la diócesis de Wheeling-Charleston en Virginia Occidental y nombró al Arzobispo de Baltimore, William E. Lori, como Administrador Apostólico de Wheeling-Charleston. El mandato del Papa fue llevar a cabo una investigación preliminar sobre las denuncias de acoso sexual de adultos e irregularidades financieras de Bransfield.
La investigación preliminar, que tuvo lugar durante cinco meses, fue realizada por Lori con la asistencia de un equipo de cinco expertos laicos. El equipo de investigación examinó múltiples acusaciones de acoso sexual de adultos e irregularidades financieras e hizo entrevistas a lo largo del territorio diocesano, corroborando algunas de las acusaciones. El Wshington Post, por su parte, hizo un extenso reportaje sobre los viajes y los lujos de Bransfield.
“Como dejé en claro en la homilía de mi instalación (el pasado mes de agosto), una de mis primeras prioridades es cumplir con el mandato del Santo Padre de definir la restitución apropiada que se requerirá del ex obispo Bransfield, a la luz de sus gastos cuantiosos e inapropiados hechos con fondos de la Iglesia para su comodidad personal y disfrute”, subrayó el obispo Brennan.
“Comparto su indignación porque se desperdició tanto dinero en lujos excesivos lo que es totalmente inconsistente con el espíritu de humildad de Cristo y la expectativa del Papa Francisco de que los obispos y los sacerdotes vivan una vida de sencillez y servicio”, agregó en su escrito el nuevo obispo de Wheeling-Charleston.
Brennan finalizó su comunicado subrayando que trabajará hacia una solución que “no solo sea justa”, sino que también comience “a cerrar este episodio tan trágico” de la diócesis agraviada por los lujos y las conductas de quien lo antecedió en el obispado. “Tienen, dijo a sus fieles en la carta, mi compromiso de hacerlo de manera oportuna y con la transparencia que se requiere”.
Con información de The Intelligencer / Wheeling News-Register