Ninguna evidencia científica parecer ser suficiente a los fanáticos del fenómeno OVNI para abandonar sus creencias
Hoy 20 de septiembre, a partir de un evento creado en Facebook “Asaltemos el Área 51, no pueden detenernos a todos” que ha congregado a dos millones de personas, ha dejado en estado de alerta a las autoridades militares en Estados Unidos y a la prensa internacional. Aunque el evento se creó aparentemente como algo serio, también se lo ha tomado como broma con amplia difusión en las redes sociales.
Pero lo cierto es que el Ejército norteamericano está preparado para detener cualquier tipo de incursión en el perímetro de seguridad de la Instalación de la Fuerza Aérea en cuestión. La zona está llena de advertencias acerca de que los militares tienen permitido el uso de fuerza letal para detener a los intrusos.
¿Cuál es la finalidad de los convocados? Liberar a los extraterrestres que supuestamente están atrapados en esa base militar para experimentación secreta. Ya se encuentran en el lugar personas entrenando y practicando para entrar corriendo en forma masiva y hasta se colocaron baños portátiles, carpas y preparativos de toda índole para el posible evento planificado para hoy.
Las zonas pobladas más cercanas también están preparándose comercialmente para recibir a los visitantes y de hecho en Las Vegas hay dos festivales de música cuyo motivo es el tema Alienígena (Alienstock y Storm Area 51 Basecamp). En el evento en Facebook se expresa:
“Nos reuniremos en la zona rural de Nevada y coordinaremos nuestras fiestas. Si corremos como Naruto podemos movernos más rápido que sus balas. Vamos a ver los extraterrestres.” Naruto es un Anime que corre siempre de frente y con los brazos hacia atrás. Y muchos aparecen en sus redes sociales ya practicando. Esperamos no termine en una tragedia que tengamos que lamentar.
Parece ser el tema del día en la redes sociales y varios medios de prensa, pero es también una oportunidad para aclarar algunos mitos al respecto de las teorías conspirativas que rodean ese lugar y el relato sobre el ocultamiento de extraterrestres.
¿Qué es el Área 51?
Es una base militar ubicada en el desierto del estado de Nevada en Estados Unidos, a unos 135 km de Las Vegas y ha sido fuente de inspiración de incontables teorías conspirativas y ciencia ficción sobre la presunta presencia de extraterrestres en el lugar. En el campo de pruebas del Área 51, que supera los 12.000 km2 trabajan unas 1500 personas.
En el 2013 el gobierno desclasificó documentos donde confirmaba la existencia del Área 51 y que se utilizaba como campo de pruebas y de entrenamiento de la Fuerza Aérea. Fue una zona creada en la década del 50 en plena Guerra Fría, donde se realizaban pruebas nucleares, varios tipos de armamento y aviones de prueba, como el avión espía U-2, el A-12 OXCART o el F-117, aeronaves de reconocimiento, muchas de las cuales fueron confundidas con “naves extraterrestres” por quienes ven “cosas extrañas” en el cielo.
De hecho, las naves que allí se probaron volaban mucho más alto que las conocidas y a una velocidad supersónica. Quienes trabajaron en el Área 51 mantenían un gran hermetismo respecto de la tecnología utilizada y las pruebas militares realizadas, lo cual alimentó el mito extraterrestre. Incluso se conocen casos de aviones comerciales que viendo algo extraño en la zona avisaban que habían visto un OVNI a sus torres de control, porque estas pruebas eran desconocidas.
Muchos episodios extraños, aunque aclarados por la Fuerza Aérea desde hace décadas, alimentan el mito y las teorías conspirativas. Lo cierto es que los científicos que buscan alguna evidencia de vida extraterrestre y no han encontrado todavía nada, no están interesados en el Área 51. El mito extraterrestre, creado en la propia cultura norteamericana hoy se ha vuelto para muchos una realidad innegable que creen con admirable devoción y pensamiento dogmático.
Ninguna evidencia científica parecer ser suficiente a los fanáticos del fenómeno OVNI para abandonar sus creencias infundadas. Nadie puede negar la posibilidad teórica de que exista vida más allá de este planeta, pero lo cierto es que no existe evidencia alguna y tampoco está oculta en una única base militar que se ha vuelto ya un capítulo de la ciencia ficción.
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A propósito de los extraterrestres
El investigador uruguayo, Milton W. Horcade, quien reside desde hace décadas en Estados Unidos, ha publicado hace varios años la obra más completa sobre el tema: “OVNIs: la agenda secreta”. Con sumo rigor y un trabajo de varias décadas, hace un detallado relevamiento de toda la evidencia existente hasta hoy sobre el fenómeno “OVNI”, que entiende más apropiado llamar “Fenómenos Aéreos No-Identificados (FAN)”.
Desmantela con su rigurosa investigación las incontables versiones sobre supuestos contactos. Su estudio deja sin argumentos a los fanáticos de las teorías conspirativas, a los líderes de sectas contactistas y a los charlatanes que dicen ver extraterrestres y tener encuentros con ellos cada año.
Entre científicos que investigan fenómenos extraños en el cielo, es bastante corriente que descarten los fraudes y con el tiempo se encuentre una explicación científica, como sucedió con las turbulencias atmosféricas, ilusiones ópticas, magnetismo terrestre y globos-sonda, entre otros casos.
Pero aún así los creyentes en los extraterrestres piensan que todo es parte de una conspiración mundial. Así también sucede hoy con los Terraplanistas o con quienes creen que en el Vaticano se esconden evangelios que nadie conoce. Un problema cultural, agravado por las falsas noticias que circulan por las redes, es la ingenuidad y la credulidad que crece por la desinformación, unida a la desconfianza en la ciencia y la difusión pseudocientífica de toda clase de cuentos mágicos y conspirativos que se ponen en los medios de comunicación al mismo nivel de verdad que las evidencias científicas.
Fenómenos como el que ocurre el día de hoy son un signo de la crisis cultural en la que vivimos y un llamado a educar en el pensamiento crítico a las jóvenes generaciones que son bombardeadas por incontables delirios de ficción que se presentan como verdades incuestionables.
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