Un hombre que honra el arte de la música y que se apasiona con los temas dedicados a la Virgen como el Ave María Andina Se llama Gonzalo Godoy, pero todos los recuerdan como “el último maestro de capilla de Quito, Ecuador. Es que la vocación de este hombre de 88 años por la música se hace cada día más latente y aún sigue participando en las misas de tres famosas iglesias del Centro Histórico: Santo Domingo, El Sagrario y La Compañía.
En los últimos días, un artículo firmado por Betty Beltrán para El Comercio de Quito ha logrado mostrar el legado de un artista que lleva el “órgano en su ADN” y devela otros aspectos de la religiosidad de un músico que confiesa su gran pasión por los temas musicales dedicados a la Virgen.
Ver video publicado por El Comercio (artículo aquí):
https://youtu.be/YYCmfsd6h0c
Una familia de músicos
Gonzalo integra la cuarta generación de afamados músicos y compositores como los Godoy y los Pulgar.
“Fue músico precoz. Desde los cinco años tocó el armonio. Para 1940, cuando tenía nueve, se inició como maestro de capilla de la iglesia Santa Rosa de Riobamba, sustituyendo periódicamente a su abuelo Agustín Godoy. Y cantaba en latín”, indica la reseña de El Comercio.
Fue así que Gonzalo se transformó en hombre de confianza de sacerdotes, además de nunca ocultar su devoción y fe. Su oficio de maestro de capilla fue lo que de algún modo le dio sentido a su vida, a pesar de que en algún momento hizo pausa para probar también grabaciones con otros géneros musicales, además de formar dúos y tríos con otros músicos.
Pero luego del periplo volvió a la música sacra, prosigue El Comercio, siendo compositor de un amplio repertorio y hasta acompañando misas navideñas.
A modo de confesión reconoce que de todos los tema que canta en las eucaristías siente un amor especial por el Ave María Andina (Mama Virgencita), además de otras letanías a María.
Ave María Andina (Mama Virgencita), Autor, compositor: Mario Godoy Aguirre. Cantan: Silvia Chabelita Godoy y Gonzalo Godoy. Conjunto y arreglos: Paco Godoy. Discos Aravec.
En la década del 60, con el Concilio Vaticano II y el auge en la liturgia en lenguas vernáculas, la música católica dejó un poco de lado el latín, algo que dio lugar al uso en los templos de instrumentos andinos, al igual que otros como guitarras, baterías, etcétera, aspecto que generó cierto estancamiento en su oficio.
Sin embargo, Godoy nunca dejó de ser perseverante y ha vuelto a las andanzas con fuerza. Es por eso que actualmente, a pesar de su avanzada edad, sigue cantando con profunda fe y devoción en famosas iglesias de Quito.
Hasta aquí un breve homenaje al trabajo de Godoy, “el último maestro de capilla” de una de las ciudades más espléndidas en América Latina en cuanto a su cultura e iglesias.
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