Portugal está conmocionada con la noticia del bebé que nació sin ojos, sin nariz y sin parte del cráneo
Marlene Simao pasa 24 horas del día abrazando a su pequeño. Es la madre de Rodrigo, un niño que nació sin rostro en Setúbal, en Portugal. Rodrigo no tiene ojos, ni nariz, ni parte del cráneo. Ella y el padre del niño se encuentran conmocionados. Mucho más los portugueses que ven como estos padres no se despegan de su pequeño.
Rodrigo nació el 7 de octubre. Los médicos al ver las malformaciones no le dieron más de unas horas de vida. Rodrigo ya lleva dos semanas de vida y sigue luchando. Junto a él Marlene. La familia intenta que descanse algunas horas. Ella se niega. No quiere dejar de abrazar a su hijo.
La polémica en Portugal está basada en el diagnóstico del obstetra Artur Carvalho que no detectó las malformaciones en ninguna de las cuatro ecografías realizadas. Estudian la posibilidad de inhabilitar al médico por negligencia y el Colegio de Médicos podría condenarle a 10 años sin poder ejercer su actividad profesional.
Las informaciones que se publican en diversos medios de comunicación muestran que Carvalho lleva ocho años bajo sospecha y que no sólo atendía en la clínica donde se produjo el error sino que también es gerente y accionista en el Hospital de San Bernardo de Setúbal y hasta en la Sanidad pública. Las Redes sociales echan humo y los comentarios muestran que los portugueses están perdiendo la paciencia con este caso.
Mientras los medios ponen el foco en la polémica, el verdadero protagonista de la historia, Rodrigo, sigue luchando por su vida. Es un bebé sin ojos, sin nariz y sin parte del cráneo. Un bebé sin rostro físico pero con un amor que lo sobrepasa todo: el amor de una madre. Marlene sigue ahí abrazando a su hijo y Rodrigo ya lleva dos semanas vivo.