Su abuela quiso que cuando sea mayor conserve el recuerdo y se vea reconfortado por las imágenes en brazos de su mamá.Esta podría ser la historia más triste del mundo, la de una joven mamá que fallece en el parto. Y, sin embargo, se enciende una luz de esperanza para la familia al ver que la muchacha, de 17 años, dio a luz un hermoso bebé que ahora comienza a vivir.
Ocurrió el pasado 9 de septiembre en el Hospital St. Richard, de Chichester, una pequeña localidad del condado de West Sussex, en el sur del Reino Unido. La joven Teegan Barnard, de Hampshire, dio a luz a su bebé.
En el parto se produjo una hemorragia interna que le provocó un paro cardíaco. El equipo que la atendía realizó las maniobras de reanimación pero sin éxito y la chica quedó en muerte cerebral.
El hospital se volcó en los días siguientes con la atención a Teegan y a su bebé, pero lamentablemente el 7 de octubre ella murió.
La familia de Teegan y el bebé, al que pusieron el nombre de Parker, han estado contínuamente al lado de madre e hijo. Abbie, la joven abuela de 35 años, se mostró desolada por el fallecimiento de su hija, pero en aquellas semanas quiso que al pequeño no le faltara al menos una parte de la atención que su mamá podía darle.
Con inmenso amor, Abbie colocó al bebé sobre el pecho de su mamá y este dormía plácidamente, ajeno a lo que estaba sucediendo.
Los bebés reconocen a su madre por todos los sentidos, especialmente por el oído y el olfato. La conexión es intensa y fuerte en los días posteriores al parto, de modo que para Parker, el paso al mundo exterior se hacía plácidamente sintiéndose junto a su madre.
Imágenes para cuando él crezca
En medio del dolor, Abbie ha ido tomando algunas instantáneas de esos días con la intención de que el hijo pueda verse en brazos de su madre cuando sea mayor.
“Ver a Parker en los brazos de su mamá, de quien ha llegado al mundo, ha sido muy importante para mí”, declaró Abbie, quien confiesa sentirse al mismo tiempo destrozada: “Todos estamos en estado de shock, solo quiero que vuelva Teegan. No me di cuenta de que mi corazón podría romperse en un millón de pedazos. Nunca volveré a ser la misma“.
Abbie se encargará de ahora en adelante de criar a su nieto Parker junto al padre de la criatura, Leon Forster. “Teegan tenía tantas ganas de ser mamá, estaba tan emocionada… Ella habría sido la mejor mamá del mundo. Tenía mucho amor por su bebé y ni siquiera pudo mostrárselo“, se lamenta.
A pesar del momento tan doloroso, el día a día con Parker es lo que les hace luchar y Abbie está contenta de conservar las fotografías hasta que llegue el momento de mostrarlas al pequeño. Así, está segura de que a Parker le resultará reconfortante y protector verse en brazos de su mamá.
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