La catedral de Mondoñedo es una joya del patrimonio cultural y religioso. Está en una pequeña población de Lugo y ahora cumple sus 800 años de vida.Es tan poco alta en comparación con otras catedrales, que a la de Mondoñedo (Lugo, España) se la conoce como “la catedral arrodillada”.
Esta joya del gótico está situada en esta pequeña localidad gallega que tiene algo más de 3.000 habitantes. Sin embargo, su historia hace de ella una visita muy interesante para el viajero, que descubrirá las maravillas que guarda este templo.
Para muchos peregrinos del Camino de Santiago, este es un punto de parada. Entre ellos, la lista de personajes históricos incluye al papa San Juan XXIII, quien visitó el lugar el 22 de agosto de 1954, cuando todavía era cardenal patriarca de Venecia.
La catedral de Mondoñedo celebra ahora su 800 aniversario. Fue levantada en el siglo XIII y se ha tomado como fecha de referencia el año 1219, comienzo del pontificado del obispo Martín, quien fue el impulsor principal de las obras.
Románico, gótico y barroco en uno
Está construida principalmente en el estilo gótico de la época teniendo en cuenta que la catedral fue consagrada por el propio Martín en 1246, aunque en la puerta principal y en su interior hay partes románicas mientras que en la fachada pueden verse elementos posteriores al medievo, concretamente las dos grandes torres barrocas que la flanquean. La de la izquierda “envuelve” la antigua torre medieval y tiene nueve campanas mientras que la de la derecha presenta el reloj.
Llama la atención, al situarse frente a ella, el rosetón y una imagen coronada de la Virgen de la Asunción en el frontispicio. Precisamente a esta advocación de Nuestra Señora está dedicada la catedral. Y, sin embargo, también puede verse una imagen pintada al fresco en el tímpano: es la Inmaculada Concepción embellecida con flores y ángeles, del siglo XVIII.
Las reliquias de san Rosendo
Además, puede verse una imagen de San Rosendo sobre un pedestal (acrotera). En el interior de la catedral hay un relicario con reliquias del santo, que fue obispo de Mondoñedo en el siglo X.
El interior ofrece la posibilidad de ver la progresión en la construcción de la catedral, desde la parte románica hasta la barroca. Hay tres naves con la bóveda de crucería sobre arcos ojivales. La etapa gótica del edificio queda a la vista en el crucero, la sacristía, la sillería del coro y el rosetón de la fachada principal, así como en las pinturas de la nave central.
Unas pinturas excepcionales
Precisamente las pinturas llaman la atención: están en vivos colores y presentan figuras en movimiento representando la Matanza de los Santos Inocentes con una gran fuerza expresiva. Son del siglo XV o XVI y se encontraban bajo los antiguos órganos de la catedral. Hoy se pueden ver los instrumentos barrocos que los suplieron.
La catedral invita a la oración. Es un espacio de paz, a lo cual contribuye el paisaje exterior. La luz que ilumina el templo llega filtrada por una serie de vidrieras que son parada obligada para el turista, sobre todo la del centro del rosetón, en el que se representa a Jesucristo Salvador.
En la Capilla Mayor, se encuentra un gran retablo rococó junto a la sillería.
La catedral organiza visitas culturales con las que también se visita el claustro, la sacristía y el museo, lo que permite admirar piezas de incalculable valor. Son patrimonio religioso y al mismo tiempo una riqueza cultural que bien merece una escapada por tierras de Lugo.
Misa y visitas culturales guiadas
La catedral de Mondoñedo permanece abierta al culto y cada domingo se puede asistir a la misa de las 12.00 horas. Tiene un horario bastante amplio de visitas, que puede consultarse en su página web, que al mismo tiempo sirve de guía si uno prefiere hacer la ruta por libre.
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