El hecho se produjo en un hospital de Ciudad del Este, Departamento de Alto Paraná, Paraguay. La pequeña estaba casi sin signos de vida y tras recibir el agua de socorro empezó su recuperación. La niña de 30 días de nacida fue auxiliada por la Compañía de Bomberos de Ciudad del Este, quienes acudieron al llamado de emergencia realizado por un estudiante de medicina que circulaba por la zona céntrica de la capital de Alto Paraná.
A bordo del Móvil AM-28 llegaron tres voluntarios y entre ellos estaba Jorge Corvalán, quien tal vez por “dioscidencia” fue seminarista en la Diócesis de Ciudad del Este y estuvo tres años en un seminario de Toulon, en Francia.
Corvalán relató a Aleteia que la niña estaba en los brazos de su madre- una niña indígena de 13 años que deambulaba por las calles pidiendo limosna – cuando fue revisado por los bomberos.
“La niña estaba entre la vida y la muerte. La alzamos a la ambulancia y la llevamos hasta el Hospital de Traumas de la ciudad. Durante todo el trayecto buscamos reanimarla y no tuvimos éxito”, explicó.
Tras llegar al centro asistencial, el bombero Jorge Corvalán, pidió a una enfermera que le traiga agua y decidió bautizar con agua de socorro al bebé.
“Cualquier persona puede bautizar ante una emergencia. Consideré que era momento de poner en manos de Dios a la bebé y lo hice”, relató el bombero.
Jorge Corvalán relató que tras decir: “Yo te bautizo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”, la beba empezó a recuperar sus signos vitales. “Cuando lo bajé en la camilla, ella lloró. Esto es un signo muy alentador en este tipo de casos”, explicó.
El bombero regresó horas después hasta la zona de pediatría del Hospital de Traumas, donde los médicos le explicaron la beba estaba evolucionando de forma favorable.
Los integrantes de la Compañía de Bomberos y personal médico del Hospital decidieron llamar “Milagro de Dios”.
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Una realidad social que duele
En varias capitales del Paraguay es casi frecuente la presencia de indígenas en las calles. Muchos de estos, ante el abandono del Estado, recurren a pedir limosna para alimentarse.
Tanto el Ministerio de la Niñez y la Adolescencia como el Instituto Nacional del Indígena (INDI) no han podido dar una respuesta definitiva estos niños. En muchos casos estos son sometidos a explotación laboral y también son víctimas de abuso sexual.
Datos del Ministerio de la Niñez y la Adolescencia (Minna), indican que hasta el 2018, se brindó asistencia y protección a más de 3.500 niños para la restitución de sus derechos. De esta cifra, 880 menores nativos fueron asistidos para su desvinculación de las calles.
La cantidad de embarazos de niñas y adolescentes en Paraguay va en aumento. Unas 650 niñas, de entre 10 y 14 años de edad, son madres cada año en Paraguay, de acuerdo con las cifras presentadas por el Centro de Documentación y Estudios (CDE).
Otros datos revelados por el Ministerio de Salud señalan que alrededor del 15% del total de las mujeres que dieron a luz en este país lo hicieron al menos una vez antes de los 18 años.
La legislación paraguaya establece que el coito con menores de edad, sin importar consentimiento, es tipificado como abuso sexual. Por este delito, las penas van de entre 15 a 20 años de prisión.
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