“El panorama de toda la ciudad debe admirarse con un entusiasmo extraordinario, en el que tantas torres parecen espigas de trigo”Aunque no lo creas en la época medieval, sólo en la ciudad de Roma llegó a haber más de 600 torres. Estas eran un distinción de la jerarquía de la nobleza romana, cuanto más imponente o bella era la torre, más importante se veía la familia.
Las torres comenzaron a construirse entre los siglos X y XI cuando las familias, después de haber dividido la tierra agrícola del campo romano y haber impuesto una organización típicamente feudal, comenzaron a tener la necesidad de defender los feudos y comenzaron a construir las torres que tenían una función principal de visualización y señalización de peligros.
Hasta hoy se preservan algunas, esas que se salvaron de las manos de Brancaleone degli Andalò, llamado a Roma por los conservadores para tratar de detener el acoso y la violencia desenfrenada del poderío de los nobles y comenzó por destruir su símbolo nobiliario, las torres.
Estas son algunas de las que podemos ver hoy (hacer click en galería):
El erudito inglés Mastro Gregorio, en el siglo XII, da la definición más hermosa de las torres de Roma: “El panorama de toda la ciudad debe admirarse con un entusiasmo extraordinario, en el que tantas torres parecen espigas de trigo”.