separateurCreated with Sketch.

Nunca olvidará esta lección de su viejo profesor

TEACHER
whatsappfacebooktwitter-xemailnative
Dolors Massot - publicado el 05/11/19
whatsappfacebooktwitter-xemailnative

Un relato que nos hace pensar cómo educar mejorHay un cuento en la tradición literaria hebrea que nos ayuda a ser mejores personas. Dice así:

Un día, se encontraron un joven y un anciano.

– ¿Se acuerda de mí?

El anciano contestó:

– Disculpa, pero no.

El joven dijo al mayor:

– Fui su alumno. Ahora soy profesor, como usted. Usted despertó en mí la vocación de maestro.

El viejo profesor se mostró sorprendido. El joven le explicó a continuación:
– Un día, un compañero de clase que era amigo mío llegó a la escuela llegó con un reloj nuevo. Era magnífico y me entraron ganas de poseerlo. Lo quise para mí. Aprovechando un descuido, lo saqué de su bolsillo y se lo robé. Al poco rato, mi amigo se dio cuenta de que le había desaparecido el reloj y se dirigió a usted, el maestro, para explicarle lo que le ocurría. El muchacho estaba desolado y no sabía cómo recuperar el reloj. 

El viejo profesor prestaba atención al joven. Este le siguió contando: 

-Entonces usted se dirigió a todos nosotros y dijo: “A este muchacho le ha desaparecido el reloj. Quien se lo haya quitado, que lo devuelva”. Pero nadie de movía. Yo me di cuenta de lo mal que estaba lo que había hecho, pero no quería devolver el reloj y que todos vieran que yo había sido el ladrón. 

– ¿Entonces qué ocurrió?, preguntó el anciano. 

– Usted cerró la puerta, ordenó que los alumnos nos pusiéramos de pie y dijo que iría registrando los bolsillos de todos, uno a uno. Dijo que cerráramos los ojos. Usted comenzó la inspección y al poner la mano en mi bolsillo encontró el reloj. 

– ¿Qué ocurrió entonces?

El joven prosiguió:

– Usted no dijo nada y siguió registrando los bolsillos del resto de alumnos. Al terminar de registrarnos a todos, dijo: “Muchachos, el reloj ha aparecido. Podéis abrir los ojos”. Ese día usted me dio una gran lección. No me dijo nada ni dijo a los alumnos quién había robado el reloj, pero en mi interior aprendí que lo que había hecho estaba mal y que no debía hacerlo nunca más. Debo agradecerle que no me humillara en público.

El viejo profesor le miró con ojos de comprensión. El joven prosiguió:

– Aquel fue el día más vergonzoso de mi vida y, al mismo tiempo, el día en que aprendí cómo debe comportarse la persona que educa. Ahí nació mi vocación de maestro. 

E insistió: 

– ¿Recuerda ahora aquel suceso?

El viejo profesor asintió con la cabeza, se quedó un momento pensativo, y le dijo: 

– Recuerdo aquella situación, efectivamente. Pero no te recordaba a ti. Ni siquiera sabía que habías sido tú, porque mientras buscaba en los bolsillos yo también cerré los ojos.

Saberse querido

Este relato muestra el valor de la comprensión a la hora de educar y puede servir tanto a padres como profesores. En muchas circunstancias podemos encontrarnos ante una situación similar.

No perdamos de vista la confianza y el respeto al tratar con los pequeños.

Confía en que la conciencia hará su trabajo y no es necesario humillar a nadie para lograr que mejore en su conducta. Saberse apreciado y querido mueve a arrepentirse y obrar bien.


TEACHER
Te puede interesar:
Cómo desarrollar una buena relación con el maestro de tu hijo


SCHOOL
Te puede interesar:
“El último vagón”: Una novela ambientada en México homenajea a los maestros


TEACHER
Te puede interesar:
10 ideas del papa Francisco para los maestros


PROFESOR LAZHAR
Te puede interesar:
El buen maestro: Cómo aprender a educar sin humillar



Te puede interesar:
Docentes que son auténticos maestros

Apoye Aleteia

Usted está leyendo este artículo gracias a la generosidad suya o de otros muchos lectores como usted que hacen posible este maravilloso proyecto de evangelización, que se llama Aleteia.  Le presentamos Aleteia en números para darle una idea.

  • 20 millones de lectores en todo el mundo leen Aletiea.org cada día.
  • Aleteia se publica a diario en siete idiomas: Inglés, Francés, Italiano, Español, Portugués, Polaco, y Esloveno
  • Cada mes, nuestros lectores leen más de 45 millones de páginas.
  • Casi 4 millones de personas siguen las páginas de Aleteia en las redes sociales.
  • 600 mil personas reciben diariamente nuestra newsletter.
  • Cada mes publicamos 2.450 artículos y unos 40 vídeos.
  • Todo este trabajo es realizado por 60 personas a tiempo completo y unos 400 colaboradores (escritores, periodistas, traductores, fotógrafos…).

Como usted puede imaginar, detrás de estos números se esconde un esfuerzo muy grande. Necesitamos su apoyo para seguir ofreciendo este servicio de evangelización para cada persona, sin importar el país en el que viven o el dinero que tienen. Ofrecer su contribución, por más pequeña que sea, lleva solo un minuto.

banner image
Top 10
See More
Newsletter
Recibe Aleteia cada día