Cualquier persona ya puede ofrecer por Internet, a través de Aleteia entre otros canales, sus propuestas para el Sínodo de los Obispos por una Iglesia Sinodal, convocado por el Papa Francisco.
Como explica el Vademécum, "está claro que la finalidad de este Sínodo no es producir más documentos. Más bien pretende inspirar a la gente a soñar con la Iglesia que estamos llamados a ser, hacer florecer las esperanzas de la gente, estimular la confianza, vendar las heridas, tejer relaciones nuevas y más profundas, aprender unos de otros, construir puentes, iluminar las mentes, calentar los corazones y vigorizar nuestras manos para nuestra misión común".
Y para lograr este objetivo, el Papa ha convocado una primera fase de la asamblea episcopal centrada en la escucha y consulta al Pueblo de Dios. Esta fase se inauguró el pasado mes de octubre y concluirá el 15 de agosto de 2022.
El Vaticano está promoviendo en las redes sociales este proceso con el hashtag #IglesiaQueEscucha
En respuesta al llamamiento del Papa
El Papa ha planteado esta nueva etapa de la vida de la Iglesia con esta acuciante pregunta: "¿Permitimos a las personas que se expresen, que caminen en la fe aun cuando tengan recorridos de vida difíciles; que contribuyan a la vida de la comunidad sin que se les pongan trabas, sin que sean rechazadas o juzgadas?" (homilía en la misa del 10 octubre 2021 al inaugurar el Sínodo de los Obispos).
El proceso sinodal diocesano permitirá en gran medida esta escucha, sobre todo a través de las parroquias, movimientos, congregaciones religiosas, etc. Muchas personas podrán compartir en esos ambientes, de manera presencial, sus esperanzas, anhelos, y dificultades en la Iglesia.
Una propuesta complementaria
Son muchos, sin embargo, a los que este proceso de escucha no llegará a alcanzar: siempre habrá límites a lo que puedan hacer los equipos sinodales parroquial y diocesano.
En este contexto ha surgido, por iniciativa de laicos comprometidos, la posibilidad de escuchar a todas las personas que quieran ofrecer su contribución al Sínodo, presentando un cuestionario on line.
Esta iniciativa se realiza tras haber informado a la Secretaría del Sínodo de los Obispos y en profunda comunión tanto con los objetivos marcados por el Papa Francisco, como con los obispos y la misma Secretaría del Sínodo a quienes se entregarán las respuestas de esta consulta.
Las respuestas se entregarán a la Secretaría del Sínodo
Todas las respuestas se harán llegar a la Secretaría del Sínodo, que podrá de este modo integrarlas al proceso de escucha lanzado por el Papa Francisco.
La consulta no sustituye ni interfiere con la que diócesis, parroquias y otras instituciones eclesiales están realizando en el mundo a petición del Papa Francisco. Se trata de una iniciativa complementaria.
De este modo, el Sínodo podrá contar con una visión más representativa y estructurada, teniendo en cuenta también a quienes participan con menos asiduidad en las organizaciones parroquiales o diocesanas.
Este cuestionario se basa en el Documento preparatorio publicado por el Sínodo de los Obispos. Se trata, por tanto, de una contribución personal e importante, pues la respuesta a cada pregunta tendrá su peso específico.
Responder al cuestionario supone un gesto concreto de colaboración con la Iglesia, pues implica ofrecer un tiempo de valor, dado que las respuestas exigen reflexión personal, al cubrir todos los ámbitos planteados por el Sínodo, en particular las cuestiones relevantes para la relación entre los bautizados y la Iglesia.
Se trata de un ejercicio que requiere, por tanto, dedicación y profundidad.
Toda persona que desee ofrecer su contribución personal al Sínodo puede hacerlo respondiendo al cuestionario en este enlace: