El 22 de marzo de 1888 la Virgen decide de aparecerse en un monte de Castelpetroso (Molise, Italia) a dos campesina que estaban buscando una oveja perdida.
De repente una de ellas se enfrentó una visión celestial. En esa luz reconoció a la Virgen María arrodillada con su Hijo muerto a sus pies, sus ojos miraban al cielo y sus brazos se extendían como un acto de ofrenda.
El 26 de septiembre de 1888, Mons. Francesco Macarone Palmieri, obispo de Bojano, fue al lugar para investigar las supuestas apariciones y tuvo la gracia también él de ver a la Virgen Dolorosa, tal como apareció a las dos campesinas.
Decidió enseguida de hacer construir un santuario en el lugar, en honor a la Virgen de los Dolores. El 28 de septiembre de 1890 se puso la primera piedra. El 6 de diciembre de 1973 el papa Pablo VI proclamó la Virgen de Castelpetroso Patrona del Molise, pero la consagración, sin embargo, tardó hasta el 21 de septiembre de 1975.
El 21 de septiembre de 2013, en el 123 aniversario de la colocación de la primera piedra, el santuario fue elevado a la dignidad de basílica menor por el Papa Francisco, quien la visitó el 5 de julio de 2014.
Hoy la basílica es muy visitada por su sugestiva majestuosidad, que contrasta con el paisaje natural que la rodea, pues está situada en medio del bosque, sin duda un espectáculo para los ojos.
La basílica, de estilo neogótico, fue proyectada por el arquitecto Francesco Gualandi de Bolonia.
La fachada tiene tres portales decorados con preciosos mosaicos que representan a Jesús en la cruz entre María y Juan, la Anunciación y la Coronación de María. Las aldabas de bronce representan escenas del Antiguo y Nuevo Testamento. Estas magnificas puertas son un himno a la mariología.
Su interior es espectacular. Tiene una base octogonal, y desde su centro, alzando la mirada a la cúpula se pueden ver los mosaicos de los santos más venerados en Molise y más arriba se encuentran los Evangelistas y los Profetas.
Detrás del altar mayor se encuentra el tabernáculo de mármol neogótico ricamente decorado, y en él se encuentra una imagen que representa la aparición de María Santísima Dolorosa de Castelpetroso.
Pero la visita no sería completa sin la primera pequeña iglesia de piedra dedicada a la Virgen, muy cerca de donde tuvo lugar la primera aparición. Para llegar hasta ella se puede meditar haciendo las siete estaciones de la Via Matris dolorosa, que se encuentra a lo largo del camino impregnado del aire puro que atraviesa el bosque natural de Castelpetroso.