Pinturas, esculturas, reliquias y templos enteros que podrían verse comprometidos si el agua sigue subiendo (este año o los que vienen)
Cambio climático y abusos turísticos… lo que ocurre en Venecia es una mezcla de ambas cosas y, viendo las últimas imágenes de la ciudad, nos preguntamos si es demasiado tarde o si realmente se está tomando conciencia de la gravedad del asunto. Aunque la Basílica de San Marcos ha sido protagonista -con razón- en las noticias por su patrimonio artístico y eclesiástico (allí descansan los restos del santo, cuya curiosa historia de cómo llegaron de Alejandría, por cierto, también la pueden leer aquí en Aleteia), la cantidad de tesoros católicos que alberga Venecia es enorme. Sus iglesias parecen mas bien museos, y en estos últimos también hay una cantidad de obras cuyo valor es prácticamente incalculable. A continuación, hacemos un resumen de algunos de ellos.
1. Los restos de Santa Lucía
Patrona de la vista, sus restos se encuentran en la pequeña iglesia de San Geremia, que está muy cerca del Gran Canal. Se puede apreciar su cuerpo en un ataúd de cristal y su rostro está cubierto con una preciosa máscara de plata. A los venecianos les ha costado tenerla en su ciudad, pues los sicilianos siempre la han reclamado porque era oriunda de Siracusa. Incluso, en 1981 su cuerpo fue robado y mucho creyeron que había sido la mafia, pero fue devuelto justo antes del día de su santoral.
2. Basílica de Santa María Gloriosa dei Frari
La edificación actual tardó más de 100 años en construirse (se terminó a mediados del siglo XV) y es uno de los templos más grandes de Venecia, superado únicamente por la Basílica dei Santi Giovanni e Paolo. Su exterior quizá parezca sencillo, pero su interior es realmente majestuoso; de hecho, es uno de los templos en todo el mundo con más obras de arte y de gran valor.
La obra más icónica es La Asunción de la Virgen de Tiziano, ubicada en el altar mayor, y es el retablo de mayor tamaño en la ciudad. Dentro de esta basílica también está la tumba del artista italiano.
3. Scuola Grande di San Rocco
Le llaman la “Capilla Sixtina de Venecia” y fue ideada por los venecianos en 1478 como una confraternidad para ayudar a los afectados por la peste. Aunque sus paredes están decoradas por obras de numerosos pintores, la gran mayoría son de Tintoretto, oriundo de Venecia, y quien ganó en un concurso la decoración de paredes y techos del edificio. Las pinturas recrean escenas del Nuevo y Viejo Testamento y tienen un enorme formato que hacen que sean muy difíciles de mover. La más icónica es la Crucifixión, que mide más de 5 metros de alto por 12 de ancho.
4. Palacio Ducal
Aunque ya un incendio en 1577 destruyó grandes obras de Tiziano, Giorgione, Bellini, entre otros, todavía quedan importantes obras sacras en este lugar que, además, es considerada una de las residencias palaciegas más valiosas de Europa. De nuevo Tintoretto tiene el protagonismo con El Paraíso, una de las pinturas más grandes del mundo con sus 25 metros de largo y 7,5 metros de alto que se ubica en la Sala del Gran Consejo.
5. Iglesia de San Rocco
Está justo al lado de la Scuola y es la única iglesia de una hermandad en Venecia que fue diseñada específicamente como santuario para los restos de su santo patrón.
6. Basílica Santa María della Salute
Podemos ver su cúpula en la mayoría de las postales venecianas. Data del siglo XVII y tardó más de 50 años en construirse. En su interior no hay tantas pinturas como en otros templos, pero también hay obras tanto de Tiziano como de Tintoretto. La más famosa es de este último, recreando las Bodas de Caná, que se encuentra en el interior de la sacristía. Todos los 21 de noviembre se celebra la Fiesta de la Madonna della Salute, una de las más participativas de Venecia, en la cual se coloca un puente improvisado para que los fieles se acerquen a Santa María della Salute para rezar.
7. Basílica dei Santi Giovanni e Paolo
Es la iglesia más grande de Venecia. Fue erigida por los dominicos y su construcción duró casi un siglo. El lugar donde se ubica fue elegido por el dux Jacopo Tiepolo tras tener una visión de palomas blancas sobrevolando ese terreno. En su interior se encuentran las tumbas de 27 dogos y algunos cuadros de importantes artistas, como Bellini, Veronés, entre otros. Otros grandes tesoros son la Virgen de la Paz, una escultura bizantina que tiene su propia capilla, y la reliquia de Santa Catalina de Siena (un pie), doctora de la Iglesia y consejera de Papas.
8. Madonna dell’Orto
Esta pequeña iglesia es poco conocida porque no está en el típico circuito turístico. Era el templo parroquial de Tintoretto y el lugar donde reposan sus restos en una sencilla capilla. Está completamente adornada con pinturas del artista, pero destacan las dos gigantescas telas a
ambos lados del altar: El Juicio Final (la respuesta de Tintoretto a la escena pintada por Miguel Ángel en la Capilla Sixtina) y La fabricación del becerro de oro.
9. La Basílica de San Giorgio Maggiore
Está en la isla del mismo nombre. Es sede de algunas de las últimas obras del veneciano Tintoretto (La última cena, Recogida del maná y La deposición); no obstante, se considera que la “obra maestra” de este templo es La Virgen con el Niño y Santos de Sebastiano Ricci.
10. Museo de San Marcos
Está dentro de la Basílica y aquí se alojan muchas de las obras que antes la adornaban pero que se retiraron para su mejor conservación. Además de los caballos de bronce originales, también hay vestimentas litúrgicas, manuscritos, tapices y telares de seda con episodios de la Pasión de Cristo y la vida de San Marcos y más.
11. Galería de la Academia de Venecia
Aunque en su origen era una escuela para artistas, hoy en día es un museo que reúne más de 800 obras de pintores como Tiziano, Veronés, Canaletto y Bellini. Está alojada en tres importantes edificios religiosos: la Scuola Grande de Santa Maria della Carità, la iglesia del mismo nombre y el Monasterio de Canonici Lateranensi. Entre las obras destacan: San Marcos liberando al esclavo, de Tintoretto; El milagro de la cruz en el puente de San Lorenzo, de Gentile Bellini; la serie de pinturas de Santa Úrsula, de Carpaccio; y La Piedad de Tiziano (que fue su último cuadro). Asimismo, aunque no se trata de una obra sacra, es importante mencionar que el famoso Hombre de Vitruvio de Da Vinci se encuentra allí desde 1822.