Conoce el sentido de una expresión utilizada a lo largo de la historia para seleccionar a hombres para ejercer cargos en la Iglesia católica“Viri probati” significa en latín “varones probados”. Esta expresión se ha usado en la Iglesia católica durante muchos siglos para referirse a candidatos idóneos para acceder a algunos cargos eclesiales.
La usó ya en el siglo I un discípulo de los apóstoles, san Clemente, al explicar en una carta cómo ordenaron a los sucesores de los apóstoles:
“Y así, predicando por campos y ciudades, por todas partes, designaron a las primicias (de sus trabajos), una vez hubieron sido probados por el Espíritu, para que fueran obispos y diáconos de los que creyeran“
En sus inicios, la Iglesia ordenaba sacerdotes a “viri probati” casados. En el siglo IV en Occidente se consolidó la práctica de que al convertirse en curas vivieran el celibato.
En su ordenación, se comprometían en presencia de su esposa a vivir a partir de ese momento en total continencia, como si fueran hermano y hermana. Eran de edad madura, y así ya habían pasado la etapa de mantener a sus hijos.
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En el siglo XII, la Iglesia latina abandonó esta práctica y exigió el celibato -no casarse- a los hombres que eran ordenados sacerdotes.
Sin embargo, la ordenación de hombres casados de vida cristiana y virtud probada –“viri probati”- ha aparecido como una solución para situaciones de gran falta de sacerdotes.
Por ejemplo, durante el régimen comunista en la República Checa (entre 1945 y 1989), la Iglesia clandestina ordenó excepcionalmente a 22 hombres casados sacerdotes católicos de rito oriental, 19 de los cuales fueron ordenados posteriormente sub condicione e incorporados al rito bizantino-eslavo católico en Chequia.
En el Concilio Vaticano II se descartó la opción de ordenar sacerdotes a “viri probati” casados. Y en el Sínodo del Amazonas algunos obispos lo propusieron para grandes zonas de la Amazonia donde las comunidades pasan sin Eucaristía años por la ausencia de sacerdotes.
La expresión “viri probati” se ha utilizado también como requisito para más cosas, como por ejemplo para seleccionar ministros extraordinarios.
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