El país que sufrió la represión comunista ahora experimenta un despertar de vocaciones: muchos jóvenes quieren ir al seminario.Svyatoslav Shevchuk tiene 49 años. Pese a su juventud, ha sido testimonio de primera mano de la transformación de Ucrania. Y sabe qué es la persecución y la libertad.
Cuando experimentó la llamada al sacerdocio en los años 90, su país formaba parte de la Unión Soviética. Estaba prohibida la práctica religiosa y el seminario debía cursarse en la clandestinidad. Vio la detención y persecución de muchos católicos.
En aquellos momentos, Shevchuk contó con el apoyo de donativos que llegaban desde el extranjero para salir adelante como seminarista y estudiante de Teología hasta que en 1994 pudo ser ordenado sacerdote.
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En 1991, la Unión Soviética se desmoronó y Ucrania alcanzó la independencia. Con ella, también la libertad religiosa. Desde 2011, este sacerdote es arzobispo de la Iglesia Greco-Católica Ucraniana. Esta religión es minoritaria en su país, pero sus raíces son profundas: la Historia se remonta hasta el siglo X.
“Muchos jóvenes responden al llamado de Dios”
Los ucranianos greco-católicos son la mayor comunidad de las 24 iglesias orientales católicas y siguen unidos hoy al Papa Francisco. Shevchuk, que vive en Kiev, es testimonio de que muchos, a pesar de las dificultades que perviven, han decidido responder a Dios por el camino del sacerdocio: “Hoy en día muchos jóvenes responden al llamado de Dios“.
Ser seminarista hoy en Ucrania es posible. Las leyes no lo prohíben. Pero las dificultades económicas y de otro tipo no faltan.
Necesidad de auténticos pastores
Entre la población todavía existe el temor al espionaje, a la traición y al castigo, prácticas a las que los sometía el régimen marxista. Muchas personas están solas, el alcoholismo y la ausencia de esperanza hacen que sea un pueblo doliente. “Tenemos necesidad apremiante de verdaderos pastores que sean parte de la vida de las personas y las acompañen”, explica el arzobispo.
Sin temor
Shevchuk se muestra muy optimista, ahora que la situación ha cambiado: “Estoy feliz de ver a nuestros seminaristas vivir su vocación sin ningún temor“.
La formación de estos muchachos en el seminario es posible gracias a donativos que llegan de todo el mundo. Los envía Ayuda a la Iglesia Necesitada, también conocida como Ayuda a la Iglesia que Sufre (internacionalmente ACN).
Todos podemos contribuir, desde los cinco continentes, a sostener la Iglesia greco-católica en Ucrania -tal como quiere el Papa Francisco– y a hacer posible la formación de esos sacerdotes que son tan necesarios. Esta Navidad, podemos hacer un Regalo de Fe, un donativo que les llegue y que mejore su situación.
Puedes hacer tu “Regalo de fe” en esta Navidad ofreciendo tu donativo a ACN:
Desde México: https://bit.ly/2PcXSFR
Desde Estados Unidos: https://bit.ly/2smWxTS
Desde Colombia: https://bit.ly/36r5JW7
Desde España: https://bit.ly/38zNRKT
Desde otros países: https://bit.ly/2PffpgA