Sole Alonso ha logrado que su hijo autista viva de lo que le apasiona, algo con lo que todo el mundo sueña.
Jaime Martínez es una de esas personas que puede presumir de haber convertido su mayor afición en su profesión, aunque, tal vez, él no sea del todo consciente.
Jaime tiene 25 años, y es autista.
En su casa, el dibujo forma parte de su dinámica familiar. Sole, su madre, es diseñadora de moda y su padre, arquitecto, por lo que los lápices son su día a día. “Desde muy pequeño le ha gustado dibujar y poco a poco se fue convirtiendo en su actividad principal”, asegura su madre.
Una forma de expresión
Para una persona con autismo, para la que la comunicación y el trato con los demás supone un gran problema, desarrollar otro tipo de expresión resulta muy beneficioso, más aún, cuando se disfruta con ello, como es el caso de Jaime.
Su dibujo es libre. Su dibujo es su lenguaje.
Verle dibujar engancha. Su concentración en las líneas y en los colores refleja la pasión que pone en cada uno de sus dibujos. En ellos se puede apreciar la sensibilidad tan especial que tiene Jaime.
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Así nació Algo de Jaime
Fue durante un verano en el que Jaime disfrutó muchísimo de la playa y dibujó más que nunca cuando nació “Algo de Jaime”, la marca de productos de diferente índole que llevan sus dibujos.
Ante la insistencia de familiares y amigos de crear algo a partir de los dibujos de Jaime, su familia se lanzó a producir una serie de camisetas con algunos de sus diseños de animales, y tras el éxito que tuvieron, aumentaron la producción y el catálogo un año después, tras registrar la marca.
Lo curioso de este proyecto empresarial familiar es que todo gira alrededor de Jaime, y todo debe adaptarse a él.
Su padre lo explica en el blog que escribe y que forma parte del propio proyecto: “Creemos en Jaime y en el potencial de su trabajo, y apostamos por él tal y como lo haríamos con cualquier otro diseñador… pero Jaime es algo peculiar. No trabaja 8 horas de lunes a viernes, ni es capaz de recibir órdenes ni encargos. Él hace lo que quiere y cuando quiere, nosotros lo que hacemos es poner en valor su trabajo y generar a partir de ello.”
Un claro ejemplo de inclusión, en el que se ponen los medios y apoyos necesarios a disposición del que los necesita, adaptando así el entorno, para poder ofrecerle las mismas oportunidades.
“Que todos sean uno, como Tú y Yo somos uno.” Juan 17: 21-23
Sole hace referencia a esta frase del Evangelio, en la que se basa el Movimiento de los Focolares, al que ella pertenece, al hablar del momento que vivían antes de crear “Algo de Jaime”.
“Jaime estaba pasando una mala época. Estaba nervioso. Sufría muchas crisis epilépticas, pese a tomar mucha medicación. Y por tanto, el ambiente familiar también era tenso.
Gracias a un nuevo médico y a un cambio de centro, la actitud de Jaime cambió. Se relajó y mejoró la dinámica familiar, el bienestar de Jaime y el de todos. “
En situaciones complicadas, se demuestra la importancia de la unión familiar.
El apoyo moral y el sentirse querido, son claves a la hora de superar situaciones difíciles e inesperadas. Y es que la familia es un pilar fundamental para cada individuo.
Una empresa 100% solidaria
La empresa familiar tiene también carácter social pues se trata de un proyecto de desarrollo económico de carácter solidario basado en la Economía de Comunión propia también del Movimiento de los Focolares. Así, explica Sole Alonso, su empresa destina el 100% de sus beneficios a proyectos solidarios para la mejora de la calidad de vida de personas con autismo.
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La madre de Jaime asegura que su “accionista principal es Dios y los beneficios son para Él.”
Pero su compromiso no termina ahí. “Algo de Jaime” está también presente en las redes sociales, concretamente en Instagram (@algodejaime), donde a través de su cuenta vemos el día a día de Jaime, e incluso de algunos de sus compañeros.
Apreciamos así la entrega de una familia por conseguir la normalidad y la integración de las personas con discapacidad intelectual en una sociedad que cada vez más es más consciente de lo mucho que pueden aportar.
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