Se había pintado la imagen de una madre embarazada y la imagen de un niño en gestación, junto con la consigna “Salvemos las 2 vidas”Como en diciembre, un mural realizado en un hospital público argentino sufrió una censura de parte de autoridades del Estado. Ocurrió en el Hospital Bouquet Roldán, donde se había pintado la imagen de una madre embarazada y la imagen de un niño en gestación, junto con la consigna “Salvemos las 2 vidas”. Pero tras la presión de autoridades locales la pintura fue intervenida para que ese lema no confirme el sentido pretendido por la imagen. Lo curioso es que a pocos metros otro mural no sufrió ningún tipo de intervenciones ni censuras, aunque exprese un anhelo que fue rechazado en 2018 en el Congreso de la Nación: “Aborto legal y seguro en el Hospital”.
Según explicaban los grupos políticos que promovieron la intervención sobre el mural resultaba “violenta la imposición de una postura que niega derechos. Más aún cuando se trata de un hospital público que debe garantizar el acceso a la salud a toda persona, sin lugar a ideologías ni posiciones religiosas”. E incluso fundamentaron la censura ya que consideraban que lo que “está en debate es el derecho a la salud de las mujeres, no la libertad de expresión o pensamiento”.
Marcela Soto, una de las artistas que pintó el mural en el Hospital, expresó: “no se puede tapar el sol con el dedo, así como no se puede borrar del vientre de una mano un bebé, un hijo”. “Pueden obligarnos a borrar una frase de un mural, pero no podrán borrar nuestro sentir a favor de las dos vidas”, aclaró, y concluyó: “Quedó en evidencia el manejo de un grupo de personas que bajo presión y amenaza imponen su pensamiento sin importar lo que piensa el prójimo. Evidentemente no se enteraron que estamos en democracia. Este mural sin palabras en el Hospital Bouquet Roldán grita salvemos las dos vidas”.
Por su parte, la Coalición Argentina de Mujeres, agrupación que representa a más de 100 instituciones que trabajan de manera voluntaria en defensa del niño por nacer y la madre, cuestionó la intolerancia del acto de censura. “Pedimos reflexión y coherencia a quienes esgrimen argumentos abortistas. Para que la mujer que está atravesando un embarazo inesperado pueda decidir qué postura tomar, necesita conocer las dos opciones”, escribió en un comunicado. Y pidió a las autoridades “tener en cuenta las diferentes expresiones que se dan en una sociedad pluralista, inclusiva y no discriminatoria”.
Recientemente, como hemos dado cuenta ya en Aleteia, otro mural había sido censurado en el Hospital Parmenio Piñero de Buenos Aires. En ese caso, ni siquiera había una frase por tachar. En ese hospital, se censuró una pintura que mostraba un niño por nacer, sin ningún tipo de consigna explícita provida.
No existe una ley de aborto libre en la Argentina, aunque un protocolo del Ministerio de Salud de la Nación, propone pautas de seguimiento para las causales despenalizadas por el Código Penal, violación y riesgo para la vida o salud de la madre cuando el peligro no pueda ser evitado de otra manera. Algunos interpretan la noción de salud desde una mirada amplia, como invita el protocolo, lo que podría dar lugar a una liberación de hecho del aborto libre. De cualquier manera, pensar distinto y expresarse distinto a lo que propone un protocolo ministerial parece ser ya motivo de censura.