En pleno centro de Madrid, junto a la calle Fuencarral, rodeada de tiendas y de muchos, numerosos bares y restaurantes de moda, se esconde una de las grandes maravillas de Madrid. Pocos conocen esta pequeña iglesia que hace esquina entre la calle de la Puebla y la corredera Baja de San Pablo. Junto al Mercado de San Ildefonso y a pocos metros de la Gran Vía.
Es un lugar chiquitito, aparentemente oscuro y con claro estilo barroco… en un lugar cuya fachada está construida a base de ladrillo y yeso; con un fachada sobria donde las haya se encuentra lo que para muchos es la Capilla Sixtina de Madrid.
Toda la sobriedad de la fachada y la entrada deja paso al gran ilusionista del interior. Todo lujo y colorido. La pintura al fresco se une a los elementos arquitectónicos y una gran "wow"… sale de aquel turista que la visita por primera vez. ¿Por qué no está esta Iglesia en las guías turísticas? ¿Cómo es que no se da más a conocer?… se preguntan algunos.
Las pinturas están realizadas por Juan Carreño de Miranda y Francisco Rizi y en ellas se muestra toda la vida e historia de San Antonio. Desde la Apoteosis, hasta el milagro de la mula o San Antonio curando a un joven que había perdido una pierna. Junto al santo, algunos reyes como Enrique II de Alemania, Luis IX de Francia y San Esteban de Hungría.
Un lugar para escaparse en Madrid, un lugar por descubrir y para asombrarse (Ver Galería)