Mensaje del Papa para el 54 Día Mundial de las Comunicaciones Sociales (2020) dedicado a la narración de “buenas historias”: “¡María escucha nuestras historias, guárdalas en tu corazón!”. El papa Francisco afirma que “contarle a Dios nuestra historia nunca es inútil”. Así, las historias de los necesitados, afligidos suben al cielo. “Para que puedas contar y grabar en la memoria (cf. Ex 10,2) La vida se hace historia”, es el titulo del Mensaje del Papa para el Día Mundial de las Comunicaciones Sociales de 2020 publicado este viernes 24 de enero, fiesta de San Francisco de Sales, patrón de los comunicadores y los periodistas católicos.
“Oh María, mujer y madre, tú tejiste en tu seno la Palabra divina, tú narraste con tu vida las obras magníficas de Dios. Escucha nuestras historias, guárdalas en tu corazón y haz tuyas esas historias que nadie quiere escuchar”, se lee en la oración final que acompaña el mensaje de la jornada que se celebra en muchos países el domingo 24 de mayo, Solemnidad de la Ascensión del Señor.
Nuestras historias de dolor, alegría y vivencias en comunidad suben al cielo. “Contarle a Dios nuestra historia nunca es inútil; aunque la crónica de los acontecimientos permanezca inalterada, cambian el sentido y la perspectiva”.
“Contarse al Señor es entrar en su mirada de amor compasivo hacia nosotros y hacia los demás. A Él podemos narrarle las historias que vivimos, llevarle a las personas, confiarle las situaciones. Con Él podemos anudar el tejido de la vida, remendando los rotos y los jirones. ¡Cuánto lo necesitamos todos!“.
“Incluso cuando contamos el mal podemos aprender a dejar espacio a la redención, podemos reconocer en medio del mal el dinamismo del bien y hacerle sitio”, sostuvo.
Historias de los santos
El Papa instó a traer inspiración de las historias espirituales. “En todo gran relato entra en juego el nuestro. Mientras leemos la Escritura, las historias de los santos, y también esos textos que han sabido leer el alma del hombre y sacar a la luz su belleza, el Espíritu Santo es libre de escribir en nuestro corazón, renovando en nosotros la memoria de lo que somos a los ojos de Dios”.
Historias del amor recibido
“Cuando rememoramos el amor que nos creó y nos salvó, cuando ponemos amor en nuestras historias diarias, cuando tejemos de misericordia las tramas de nuestros días, entonces pasamos página. Ya no estamos anudados a los recuerdos y a las tristezas, enlazados a una memoria enferma que nos aprisiona el corazón, sino que abriéndonos a los demás, nos abrimos a la visión misma del Narrador”.
Historia y testimonio no storytelling
Para Francisco no se trata de seguir la lógica del storytelling de la publicidad o el marketing de un término muy abusado para la venta de productos y servicios. Se trata más bien de que las personas recuerden lo que son a los ojos de Dios: “dar testimonio de lo que el Espíritu escribe en los corazones, de revelar a cada uno que su historia contiene obras maravillosas”.
Historias que nadie quiere escuchar
El Papa exhortó a confiar esas historias que el mundo rechaza a la Madre de Dios. “Para ello, nos encomendamos a una mujer que tejió la humanidad de Dios en su seno y —dice el Evangelio— entretejió todo lo que le sucedía. La Virgen María lo guardaba todo, meditándolo en su corazón (cf. Lc 2,19)”:
Pidamos ayuda a aquella que supo deshacer los nudos de la vida con la fuerza suave del amor:
Oh María, mujer y madre, tú tejiste en tu seno la Palabra divina, tú narraste con tu vida las obras magníficas de Dios. Escucha nuestras historias, guárdalas en tu corazón y haz tuyas esas historias que nadie quiere escuchar. Enséñanos a reconocer el hilo bueno que guía la historia. Mira el cúmulo de nudos en que se ha enredado nuestra vida, paralizando nuestra memoria. Tus manos delicadas pueden deshacer cualquier nudo. Mujer del Espíritu, madre de la confianza, inspíranos también a nosotros. Ayúdanos a construir historias de paz, historias de futuro. Y muéstranos el camino para recorrerlas juntos.
El Mensaje del Papa para el Día Mundial de las Comunicaciones Sociales de 2020 reafirma que las personas necesitan respirar la “verdad de las buenas historias”: “historias que construyan, no que destruyan; historias que ayuden a reencontrar las raíces y la fuerza para avanzar juntos”.
Asimismo, abogó por una narración que sepa mirar el mundo con ojos bondadosos. “En medio de la confusión de las voces y de los mensajes que nos rodean, necesitamos una narración humana, que nos hable de nosotros y de la belleza que poseemos”.
“Una narración que sepa mirar al mundo y a los acontecimientos con ternura; que cuente que somos parte de un tejido vivo; que revele el entretejido de los hilos con los que estamos unidos unos con otros”.
Historias que narcotizan
El Pontífice invitó a los periodistas y comunicadores a escribir historias que no alimenten odio, murmuraciones y chismes. Por ende, no hostigar con proclamas. Verificar la información, que sea contrastada. No usar el “storytelling con fines instrumentales”.
Entretanto, instó a dejar de lado las historias que “nos narcotizan, convenciéndonos de que necesitamos continuamente tener, poseer, consumir para ser felices”.
“Casi no nos damos cuenta de cómo nos volvemos ávidos de chismes y de habladurías, de cuánta violencia y falsedad consumimos”.
Por eso, pide “relatos constructivos, que son un aglutinante de los lazos sociales y del tejido cultural”, al contrario de fabricar “historias destructivas y provocadoras, que desgastan y rompen los hilos frágiles de la convivencia”.
El Obispo de Roma en su mensaje quiere que los comunicadores no repitan “discursos triviales y falsamente persuasivos, hostigando con proclamas de odio, no se teje la historia humana, sino que se despoja al hombre de la dignidad”.