Un estudio que te sorprenderáLa imagen del obispo alejado, distante, una especie de príncipe que muchos estadounidenses tenían, habrá caído por los suelos tras el comentario del resultado de una encuesta sobre el tema realizada por el Centro de Investigación Aplicada del Apostolado (CARA, por sus siglas en inglés) y de un libro editado por Oxford University Press.
El padre Stephen Fichter, investigador asociado del CARA dijo a The Catholic Spirit, periódico de la arquidiócesis de St. Paul y Minneapolis, que los católicos “pueden sorprenderse” al saber que muchos obispos de los Estados Unidos describen sus vidas como “llenas de satisfacción”.
“Estos son hombres que, generalmente, se levantan muy, muy temprano en la mañana, rezan cerca de dos horas al día y trabajan unas diez horas al día”, resumió el padre Fichter.
Los obispos, “realmente hacen cosas interesantes y hay muchas dificultades que enfrentan todo el tiempo”, agregó tras una charla en el campus de Minneapolis de la Universidad de St. Mary’s de Minnesota el pasado 15 de enero.
Las conclusiones vienen de la última encuesta realizada a obispos estadounidenses activos y retirados, realizada en 2016 (la primera en analizar la vida de los obispos estadounidenses desde 1989) y del tema de un libro de 2019 publicado por Oxford University Press: “Obispos Católicos en los Estados Unidos: Liderazgo de la Iglesia en el Tercer Milenio”, del cual el padre Fichter es uno de los cuatro autores.
La encuesta realizada por el CARA (con 213 prelados que la contestaron) encontró que la edad promedio de los obispos activos era de 66 años. La mayor parte son blancos y teológicamente moderados o tradicionales. Algunos obispos se describieron a sí mismos como “moderadamente progresistas”.
La encuesta, dijo Fichter, reveló que el día laboral promedio de un obispo estadounidense es de 9.8 horas. También en promedio, los obispos del país del norte duermen 6.5 horas (es decir, 2.1 horas menos que lo que duermen los varones a esa edad) y dedican 108 minutos, promedio, al día haciendo oración.
En general, 97 por ciento de ellos está “algo” o “muy satisfecho” con su vida como obispo, dijo Fichter, lo que contrasta, enormemente, con la percepción sobre su trabajo que tiene el hombre medio en Estados Unidos.
Los obispos encuentran “la mayor satisfacción” en los sacramentos y la liturgia, compartiendo el Evangelio y trabajando con la gente. Sus mayores esperanzas están en la juventud y los laicos.
Encabezando su lista de preocupaciones y desafíos están el número limitado de sacerdotes disponibles, la dificultad para llegar a las personas, el laicismo y la libertad religiosa. Por lo demás, a los encuestados no se les preguntó sobre la crisis de abuso sexual del clero, explicó Fichter, porque la encuesta se realizó antes de que el problema volviera a surgir.
La conferencia fue parte de la serie de presentaciones Cardinal Virtues de la universidad, cuyo objetivo es fomentar las conversaciones sobre la fe, la cultura y cómo se unen, dijo el padre James Burns, presidente de la escuela, antes de la charla de Fichter.
“Escuchamos mucho sobre lo que los laicos y el clero más recientemente han enfrentado, pero no hemos tenido esta mirada profunda a los obispos”, dijo Burns a The Catholic Spirit. “Creo que es útil para la población en general, pero también para los católicos, entender quiénes son sus obispos”.
“Creo que eso tiene un gran valor para ellos, y también espero que los obispos mismos lean el libro para ver cómo se comparan con sus otros hermanos obispos, cuáles son sus luchas y preocupaciones”, dijo el padre Fitcher.
Y concluyó: “Espero que los laicos lo lean para entender quiénes son los obispos. … Espero que esto humanice el episcopado”.
Con información de Susan Klemond /The Catholic Spirit y de CNS