El cardenal João Braz de Aviz informó sobre el espinoso tema de la falta de apoyo de las ex religiosas, especialmente extranjerasTras salir de un convento, una joven filipina se prostituyó en Roma porque dijo que se encontró sin dinero, familiares y sin documentos para trabajar. La historia ha sido contada por el periódico, Il Messaggero, edición del 28 de enero de 2020.
El caso de las religiosas extranjeras abandonadas a su suerte en Europa encuentra confirmación en las declaraciones del cardenal brasileño, João Braz de Aviz, Prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica.
El cardenal sostiene que se debe hacer más para ayudar a las religiosas que salen del convento en medio de una crisis vocacional y humana. Lo dijo en una entrevista al suplemento femenino del Vaticano Donne Chiesa Mondo de L’Osservatore Romano publicada el 26 de enero.
Francisco ya había denunciado una especie de tráfico de monjas provenientes de países emergentes a ricas congregaciones europeas donde no hay vocaciones.
En Asia por ejemplo existen un número en aumento de novicias. En Vietnam un país comunista, tienen mil vocaciones cada año, explicó João Braz de Aviz.
En este contexto, Francisco ha decidido abrir una casa en Roma para ayudar a las jóvenes extranjeras que deciden dejar la vida religiosa. Mujeres que “a veces están completamente abandonadas”.
“Nuestro Dicasterio está involucrado para apoyar a esta casa. El gesto del Papa Francisco es maravilloso. Fui a visitar a estas ex-hermanas. Encontré allí un mundo de heridas, pero también de esperanza”, afirmó el cardenal brasileño.
“Hay casos muy duros, en los que los superiores han decomisado los documentos de las monjas que querían salir del convento, o que han sido despedidas. Estas personas entraron en el convento como monjas y se encuentran en estas condiciones”.
“También ha habido algunos casos de prostitución para poder mantenerse. ¡Son ex-monjas! Las monjas Scalabrinianas se han ocupado de este pequeño grupo. Pero algunos casos son realmente difíciles, porque estamos tratando con personas heridas con las que tenemos que reconstruir la confianza”, agregó.
El prefecto indicó que la Iglesia debe cambiar su actitud de rechazo hacia las jóvenes que eligen salir del convento y tampoco caer en la tentación de ignorar a estas personas, hasta llegar a pensar: “ya no es nuestro problema”.
“Y entonces – confirma el alto prelado – , a menudo estas ex-hermanas no están acompañadas de ninguna manera, no se dice una palabra para ayudarlas… todo esto debe cambiar absolutamente”.
Las vocaciones femeninas en Europa están en caída libre. “Las vocaciones están ahí, pero pocas. Muchos monasterios permanecen vacíos, no sabemos cómo hacerlo, se pierden muchos bienes”.
En Europa se cierran muchas casas y aumenta el abandono de los conventos. “¡La edad promedio de las monjas en Europa es muy alta! En los próximos años, creemos que la vida contemplativa caerá en un 50%”.
El Papa – cuenta el prefecto – ha querido que se tomen medidas para luchar contra el aislamientos de las religiosas “para crear relaciones más fraternas, para fomentar el testimonio y la fidelidad al carisma y a las constituciones… Pero las estructuras son pesadas y el cambio es lento. Y pensar que la vida contemplativa es uno de los más bellos signos de la vida cristiana consagrada”.