Nacido en Wisconsin (¡y entrenador de fútbol!) fue atacado por su decisión firme de ayudar a los pobres y oprimidosLo llamaban “Hermano Fix-it”, aunque su nombre religioso era Hermano Leo. Es el primer hermano de La Salle estadounidense reconocido como mártir.
James Miller amaba a los pobres y se unió a los Hermanos Cristianos para poder orientar, ayudar, consolar, enseñar y proteger a los niños más pobres de Dios.
En 1982, mientras servía a los oprimidos en Guatemala, fue asesinado a tiros por tres hombres enmascarados. Fue beatificado en Guatemala el año 2019.
Miller nació en Stevens Point, Wisconsin, Estados Unidos, el 21 de septiembre de 1944, en una humilde comunidad agrícola polaca.
Fue un parto prematuro, y el bebé James pesaba menos de cuatro libras (no llegaba a 2 kilos). Pero desafió la ciencia médica de la década de 1940, sobrevivió a pesar de las dificultades y se convirtió en un robusto hombre de seis pies y dos pulgadas y 220 libras (casi 100 kilos).
De pequeño asistía a la iglesia de San Martín, junto a la granja lechera de su familia.
A Miller le encantaba estar al aire libre y disfrutaba el trabajo manual que tenía que hacer en la granja. También le gustaba mucho arreglar las cosas, una habilidad que siempre conservó.
Le encantaba “jugar” misa y usaba cualquier juguete o accesorio viejo para recrear las acciones que veía en la iglesia. Por ejemplo, usaba un reloj antiguo como sagrario y juguetes para emular una custodia.
Cuando Miller creció, una de sus tareas principales en la granja era cuidar a los pollos. Su hermano notó un día que un pollo se estaba muriendo y vio a Miller arrodillado junto al pollo, rezando a Dios para que no muriera.
A los 12 años, un día volvía de confesarse en la iglesia cuando recordó que había olvidado hacer su penitencia. En lugar de regresar a la iglesia, se arrodilló justo en el medio del camino y dijo su penitencia antes de continuar.
James estudió en Pacelli High School en Stevens Point, que estaba dirigida por los hermanos cristianos De La Salle. Impresionado con sus maestros, se graduó y entró a la Universidad de St. Mary en Winona, Minnesota.
St. Mary’s también estaba dirigida por los hermanos De La Salle y en 1962 ingresó a la orden como postulante (candidato).
Al terminar su noviciado (período de entrenamiento), se puso el hábito de religioso y tomó el nombre de Leo William.
Más tarde hizo lo que muchos religiosos estaban haciendo en ese momento y volvió a usar su nombre bautismal, llegando a ser conocido como el Hermano James Miller.
El hermano James comenzó su carrera como maestro en Cretin High School, donde enseñaba español e inglés más religión.
También fue entrenador de fútbol y era tan experto en el mantenimiento y reparación de equipos, incluidos los problemas de técnicos de cables y electricidad, que se le conocía como “Hermano Fix-It”.
Siempre sonreía y estaba dispuesto a hacer cualquier tarea, incluso fregar suelos y limpiar inodoros.
En 1969, el hermano James fue enviado a Nicaragua para hacerse cargo de una escuela en decadencia con unos 300 estudiantes.
Bajo su guía y determinación, la matriculación estudiantil creció rápidamente y en unos pocos años llegó a 800. Luego le encargaron la construcción de 10 nuevas escuelas ubicadas en áreas rurales de Nicaragua.
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Cuando comenzó la revolución sandinista en 1979, se le ordenó abandonar Nicaragua. Sus superiores sabían que el hermano James sería el blanco de los sandinistas, ya que había mantenido abiertas las líneas de comunicación con el gobierno porque necesitaba su cooperación para poder abrir nuevas escuelas.
Se resistió a irse, pero él y sus superiores pronto descubrieron que su nombre estaba en la “lista de muertos” sandinista.
El hermano James regresó a los Estados Unidos y volvió a enseñar en Cretin High School. Había prometido a la gente en Nicaragua que volvería con ellos, aunque eso no ocurriría. En cambio, en 1981, fue enviado a Guatemala.
Comenzó a enseñar en Huehuetenango, una ciudad en el altiplano guatemalteco con una gran población de indios guatemaltecos que sufrían.
El hermano James trabajó proporcionando habilidades laborales y escolarización a los nativos oprimidos en el área.
Pero una vez más, se convirtió en un hombre marcado porque se descubrió que las fuerzas armadas guatemaltecas progubernamentales, que tenían un escuadrón de la muerte conocido como G-2, tenían al hermano James en su lista de objetivos.
Nadie hubiera imaginado que este chico se convertiría en mártir, aunque Miller reconoció la creciente violencia en el país y escribió en una carta:
“Ruego a Dios la gracia y la fuerza para servirle fielmente por mi presencia entre los pobres y oprimidos de Guatemala. Pongo mi vida en su providencia; Confío en Él”.
El 13 de febrero de 1982, el hermano James, con 37 años, estaba trabajando en lo alto de una escalera en la escuela para indígenas de La Salle.
Era temprano en la mañana y no vio a sus asesinos escondidos detrás suyo. Mientras empuñaba su martillo para completar las reparaciones, tres hombres enmascarados le dispararon.
Los niños observaron desde las ventanas de la escuela cómo su querido maestro caía por la escalera. Murió antes de tocar el suelo. Nadie fue acusado por su asesinato.
En 2009, el hermano James fue declarado hombre de “virtudes heroica” y declarado venerable. El 7 de diciembre de 2019 se convirtió en el beato James Miller. Su fiesta se celebra el 13 de febrero.
Beato James Miller, ruega por nosotros.
Oración
Oh beato Hermano James Miller, tú escuchaste el llamado de Dios para convertirte en Hermano de las Escuelas Cristianas y por eso te convertiste en una señal de fe para los jóvenes en los Estados Unidos y en América Central.
Pusiste tu vida y tu confianza en la Divina Providencia y, por difundir la fe, mereciste la corona del martirio.
En un mundo que niega la dignidad de la persona humana, obtén para nosotros de la Divina Providencia un amor cada vez mayor a Dios y a nuestro prójimo, especialmente a los pobres y oprimidos.
Obtén para nosotros también el favor que ahora estamos pidiendo [petición de mención] y la gracia y la fuerza para ser testigos del amor de Cristo para todos. Amén