Como madre de familia numerosa comparto con ustedes mi experiencia
Hoy en día no están de moda las familias numerosas. Decir que tengo cinco hijos me ha convertido en blanco de frases de asombro, impacto y a veces desaprobación.
Nunca falta la frase: “Están locos” , a lo cual siempre contestamos que sí, porque verdaderamente hay que estar un poco locos para salir de la corriente de los dos o tres hijos y aventurarse al mundo de las familias numerosas.
Hace 8 meses que nació mi quinta hija, y con ella llegó una alegría indescriptible. A pesar del temor por lo desconocido, parece que ella llegó a confirmarnos que su lugar en esta familia siempre estuvo guardado, solo que tardó un poco más en llegar.
Quisiera contar algunas de las cosas que para nuestra familia han sido aprendizajes en este camino.
1La hora de dormir es vital
Los niños necesitan descansar para crecer, y los padres necesitan tiempo a solas para conectar, es por esto que la hora de dormir no es negociable. Nos aseguramos de que los niños tengan el descanso necesario, y los padres podemos conversar con calma, ver una película o terminar con calma cualquier tarea pendiente.
Esto requiere ser casi militar en el cumplimiento pues siempre se encuentra resistencia, pero vale la pena lograrlo.
2La independencia no significa abandono
Clave de la educación es poner al educando a valerse por si mismo. Cuando tienes muchos hijos esto se hace muy necesario. No quiere decir que los abandonas a su suerte, sino que aceptas que parte importante de su desarrollo es aprender a hacer las cosas por ellos mismos, y que es vital estar ahí para enseñarlos.
3El tiempo a solas es necesario
No solo el tiempo a solas con uno mismo, también el tiempo a solas con la pareja, y con cada uno de los hijos individualmente. Esta es una de las cosas mas difícil de vivir cuando tienes muchos hijos y todos pequeños, sin embargo, cuando pasamos tiempo a solas con cada uno, pues podemos apreciar mejor lo que les pasa, lo que sienten, lo que les anima.
Igualmente es bonito para ellos respetar y apreciar el tiempo a solas de papá y mamá. Así que hay que sacar el tiempo de donde no lo hay y siempre tener esto en cuenta.
4No hay una receta única
Cada hijo es diferente y en educación las reglas universales no aplican. Hay que aprender a conocer a nuestros hijos para saber cual es su lenguaje emocional, que virtudes necesitan reforzar, como aprenden mejor, etc. Solo entendiendo lo que cada uno necesita los podemos ayudar a crecer.
5Los niños necesitan menos de lo que uno piensa
Muchos de los comentarios que recibimos es que es imposible tener una familia numerosa porque entonces no les van a poder dar lo que necesitan. Nos hemos sorprendido de ver que los niños no necesitan mucho: educación, vestido, alimentación y mucho amor.
Lo demás es siempre añadidura, y en una casa en donde se la pasen bien, en donde se rompa la rutina de vez en cuando, siempre hay maneras de crear recuerdos imborrables que no necesariamente implican muchos gastos.
6La organización mental es clave
Hay que tener agenda, calendario y tu mente debe funcionar como una agenda electrónica. Meter cada una de las actividades, salidas, tareas de cada uno de tus hijos en las 24 horas del día es un arte, pero se puede lograr. Hay que tratar de anticiparse y ser muy puntual, es la única manera de lograrlo.
7Hay que perder el miedo a quedar mal
Las familias numerosas podemos ser especialmente sensibles a lo que piensen de nosotros. Ya estamos “rompiendo las reglas” teniendo muchos hijos, así que tenemos que demostrar que todo va bien.
Muchas veces eso nos hace sentir una presión especial de que todo salga bien, de que los niños se comporten, etc. Hay que perder ese miedo al que doran y enfocarnos en el bien de nuestra familia… se dice fácil pero es mas difícil de lo que creemos.
8Hay hijos que te necesitan más que otros… y eso está bien
Hemos crecido con la idea de que la igualdad es el valor supremo. Sin embargo, la vida nos ha enseñado que en la familia la igualdad no es necesariamente justicia.
Hay muchas razones por las cuales un hijo puede necesitarnos mas que otro, y ceder ante esto no es solo justo, es necesario. Hay que acabar con la culpa y dar a cada uno de nuestros hijos lo que necesitan de nosotros.
9Ser auténticos
Leer libros, revisar cuentas de Instagram y ver como educa la vecina se convierte a veces en fuente de presión. Cada familia es única, y lo que le funciona a la vecina tal vez no nos funciona a nosotros. Liberarnos de estas expectativas nos hace realmente libres de decidir nuestro estilo educativo.
10La generosidad es la clave para ser feliz
Abrir nuestro corazón a los demás y procurar su bien es lo que realmente nos llena. Al final de eso se trata el amor, y mientras más amemos, más felices seremos.