Luchadora, reivindicativa y candidata a concejal en las elecciones municipales de 2020 en Francia.
Con motivo del día de la mujer que se celebrará el próximo 8 de marzo, nos llegan a través de los diferentes medios de comunicación y redes sociales nombres de mujeres que se han convertido para muchos en referentes tanto por motivos laborales, sociales o personales.
En Aleteia queremos destacar la figura de Eléonore Laloux, una mujer de 34 años con síndrome de Down, que desde muy pequeña ha luchado por su integración en la sociedad.
Ésta es una de las razones que le han motivado a presentarse, junto al Alcalde de Arras, su ciudad natal, a las elecciones municipales que se celebrarán este año.
Quiere hacer su localidad más accesible y justa, dando voz a las personas con discapacidad y defendiendo su lugar en la sociedad. Algo que ya hace como portavoz del colectivo “Les amis d’Elèonore” (Los amigos de Eléonore), desde la que se denuncia ante los poderes públicos acciones discriminativas hacia las personas con Síndrome de Down desde hace 10 años.
En 2014 se publicó el libro “Triso, et alors?” (“Tengo Síndrome de Down ¿Y qué?”), su biografía, escrita en colaboración con la periodista Yann Barte. En él narra desde su paso por la escuela ordinaria hasta cómo ha conseguido llegar vivir de forma independiente, o cómo obtuvo el graduado del curso de secretariado al que asistía con una auxiliar que le daba apoyo en el aula.
Dedica también un capítulo del libro, llamado “No soy veneno”, a contestar al neurobiólogo Jean-Didier Vincent que participando en un debate televisivo dijo: “¿Por qué dejar que vivan las personas con Síndrome de Down cuando son un veneno para sus familias?”.
En estas páginas, Eléonore defiende ya no solo el derecho a vivir de las personas con trisomía 21, si no su dignidad como personas, dejando claro que no son ciudadanos tóxicos, y denunciando además, el discurso violento y sentenciador sobre el síndrome de Down que defienden algunos médicos.
Un año antes de la publicación del libro, difundió un vídeo en el que de viva voz respondía al neurobiólogo manifestando que “Las personas con Síndrome de Down nacen como el resto, y viven como el resto.” Y por lo tanto, tienen los mismos derechos.
“Me acepto tal y como soy”, dice Eléonore, algo que seguramente ha sido fruto, en cierto modo, a la educación recibida de sus padres que han jugado un papel importantísimo tanto durante su infancia y juventud y a la hora de adquirir autonomía e independencia.
Vive sola, independencia económica y trabaja de secretaria adjunta para la Asociación UpDown. Eléonore es sin duda un ejemplo de trabajo, de esfuerzo y tenacidad. Cualidades que sigue poniendo a disposición de su trabajo a favor de la inclusión de personas como ella, con síndrome de Down.
El próximo 18 de marzo se estrenará en Francia la película “J’irais décrocher la lune”, de Lauret Boileau, en el que Eléonore comparte protagonismo con otros 5 actores.
Eléonore aprovecha cada oportunidad que se le presenta para demostrar al mundo que los límites los pone uno mismo, y que las barreras se pueden romper, aún siendo mujer y teniendo síndrome de Down.