Como médico quiero insistir en la importancia de tomarse en serio todas las medidas ante el peligro del coronavirus
No nos dejéis solos en esta batalla. Ahora mismo en Madrid la gente está empezando a estar concienciada porque la circulación del coronavirus es muy alta y los hospitales están saturados. Por lo que la gente es más consciente del peligro real que existe ahora mismo ya que los recursos son limitados y tenemos que frenar la curva de contagios.
En otras zonas donde todavía hay un número pequeño de casos la gente es menos consciente, porque lo ve como algo lejano. Pero hace unos días nos pasaba lo mismo mirando a China o a Italia. Pero ahora el coronavirus está golpeando tu puerta. No cometas el mismo error que nosotros.
El contagio es algo exponencial, cuanto mayor número de contagios haya, más tiempo tendremos que estar en cuarentena y mucho más grave será la situación en los hospitales. En el resto de lugares estáis a tiempo de tomároslo en serio para no llegar al punto en el que estamos en Madrid.
Hay mucha histeria generalizada, como por ejemplo, el acudir en masa a los supermercados. Esto solo favorece el contagio y no va a haber desabastecimiento de alimentos o de papel higiénico, porque el virus no ataca ni a los alimentos ni al papel higiénico.
Lo que sí que va a haber es desabastecimiento sanitario. Solo hace falta mirar a Italia: los supermercados están llenos, no falta papel higiénico y la gente puede seguir comprando. ¿Qué es lo que falta en Italia y va a faltar en España? Camas de hospital, personal sanitario que va a enfermar y camas de UCI con aparatos para la respiración asistida. Por eso es importante que no nos contagiemos todos a la vez.
Ahora mismo con tanta información hay mucha desinformación también, y luchar de manera individual y egoísta contra esta pandemia no nos va a ayudar a vencer. El miedo y la histeria favorecen que el virus se propague (a veces son incluso peores que el propio coronavirus), por eso tenemos que mantener la calma y la serenidad, tomándonos esto en serio.
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Por este motivo, por favor, quédense en casa. No vayan al campo a tomar un poco el aire. Ya sé que es muy difícil con niños pequeños quedarse en casa, pero es muy importante tomárselo en serio y evitar que el resto acabe como Madrid, Milán u otros lugares del mundo. Es importante dar ejemplo, si todas las personas que tienen hijos se van al campo el virus se seguiría propagando. Sabemos que es muy difícil quedarse en casa pero es más que necesario. Veamos esta situación como una gran ocasión para dedicar a los nuestros el tiempo que tanto nos falta, como solemos decir.
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Jesús en Cuaresma estuvo 40 días en el desierto ayunando. ¡Qué oportunidad tenemos ahora para vivir la cuaresma un poquito más cerca de Jesús! Una Cuaresma sin terrazas, sin aperitivos y con tanta renuncia. Renuncia por amor, para salvar y cuidar a mi prójimo, para que todos si lo necesitan, tengan la atención médica necesaria.
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La Cuaresma del Coronavirus
La Iglesia ha sido un ejemplo desde el principio, tomándose la llegada del coronavirus como algo muy serio. Ha tomado medidas para frenar los contagios: al suspender el darse la paz con la mano, al retirar el agua bendita, al exigir a los administradores de la comunión mayor higiene en las manos, además, por supuesto, de rezar por el cese de esta epidemia. Además, muchas misas públicas se han suspendido e incluso se han cerrado iglesias. Fiaros de las recomendaciones de vuestra Diócesis, ellos velan no solo por vuestras almas si no también por vuestros cuerpos, pues bien saben que el cuerpo y el alma son una sola naturaleza humana, y Jesús sana cuerpos y almas.
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Podemos ver esta situación como un drama o un rollo que me quiero quitar de encima cuanto antes… O bien podemos verlo como una oportunidad. Una oportunidad para darnos cuenta de todas las cosas buenas que tenemos, y empezar a valorar las que vamos a estar un tiempo sin tener.
Puede ser un buen momento para mirar al de al lado, ser más solidarios, más creativos a la hora de amar y aprender de todo lo que está pasando.
Pensar en quedarme en casa por amor, como una oportunidad única de vivir la Cuaresma renunciando a tantas cosas, y evitando colapsar los hospitales. En definitiva siendo generoso con los demás, que es la manera más efectiva de luchar contra el virus. Porque una pandemia que amenaza a la sociedad se vence luchando juntos.
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