Se teme por la vida del padre, del que no se tienen noticias desde que ambos desaparecieron en eneroEl cuerpo sin vida de Şimoni Diril, madre del sacerdote caldeo Remzi Diril, fue encontrado en una torrentera cerca del pueblo turco de Kovankaya, setenta días después del rapto, por parte de unos desconocidos, de la anciana y de su marido Hormuz, aún en paradero desconocido.
El anciano matrimonio cristiano fue raptado el pasado 11 de enero en su pueblo de Kovankaya, en la provincia turca suroriental de Şirnak.
La desaparición de los ancianos había suscitado gran preocupación en las comunidades cristianas locales, en gran parte formadas por refugiados huidos de Irak y Siria. Ahora, comparten el triste presagio de que también su marido Hormuz comparta el trágico destino de su esposa.
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El hijo de ambos es el sacerdote caldeo Remzi Diril, conocido también como padre Adday, actualmente reside en Estambul y es responsable del cuidado pastoral de los miles de cristianos caldeos refugiados en Turquía, a la espera de obtener un visado para emigrar a Europa, América u Oceanía.
Según cuentan algunos testigos, la autoría del secuestro se atribuye a un grupo de hombres no identificados, que según fuentes periodísticas no contrastadas, podrían pertenecer al Partido de los Trabajadores del Kurdistan (PKK). Su hijo, el padre Adday, llegó el día después a Kovankaya para visitar a sus padres y encontró la casa vacía.
En los días siguientes, fuerzas especiales turcas, apoyadas por perros y sirviéndose de drones, realizaron una intensa búsqueda de los cónyuges desaparecidos alrededor del monte Kato, sin encontrar huellas.
El pueblo de Kovankaya, históricamente habitado por cristianos asirios y caldeos, fue incendiado y forzosamente evacuado en 1994, durante el conflicto entre el ejército turco y milicianos del PKK. Tras huir de la Anatolia suroriental, la familia de Hormuz y Şimoni se había trasladado a Estambul. Habían vuelto a residir en el pueblo en 2015.
El artículo procede de la edición italiana de la Agenzia Fides