José Luis Rodríguez se encuentra en cuarentena obligatoria y ha decidido sacudir las redes con una contundente reflexión –con halos de oración- ante la expansión de la pandemia Covid-19 ¿Quién no escuchó su nombre alguna vez? Cierto, actualmente no está más en el centro de la escena y las nuevas generaciones tal vez lo vean un poco extraño, pero nadie le puede negar el hecho de ser reconocido como uno de los cantantes latinoamericanos más famosos de todos los tiempos.
Se trata de José Luis Rodríguez, “El Puma”, un verdadero rey a la hora de motivar a la gente a que se “agarre de las manos”.
Pero aquel carismático cantante también ha tenido en los últimos años momentos de enfermedad, prueba y superación. “Soy un milagro de Dios”, se animó a afirmar “El Puma” tras lograr volver a cantar luego de un doble trasplante de pulmón. Es que José Luis Rodríguez nunca ha perdido su fe y tampoco se ha cansado de exponerla públicamente.
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Recientemente, este famoso cantante venezolano volvió a irrumpir en las redes sociales, pero para reflexionar acerca del tema que tiene en vilo al mundo entero: la pandemia del coronavirus.
“El Puma” no ha sido ajeno a todo esto –en su caso de manera especial ya que un contagio le podría resultar verdaderamente catastrófico-, se encuentra en cuarentena obligatoria y se animó a expresar lo siguiente a través de este explosivo post:
“El mundo nos cambió, la vida nos cambió. La soberbia humana ha quedado arrodillada ante un microscópico enemigo. Los besos, los abrazos y el simple gesto de agarrarnos de las manos han caído, por ahora, en el olvido. Lecciones que nos hacen despertar ante cuán importante era sentirnos cerca y demostrarnos amor”, expresó el cantante en este mensaje llamado “Cuarentena”.
“Sí, estamos aislados, pero al mismo tiempo estamos todos unidos. Dejamos de pensar en nosotros mismos para pensar en el bien común”, indica.
“Ahora miramos de manera diferente a nuestros abuelos cuando antes quizás ni los veíamos. Todo se detuvo. Y nos ha hecho entender lo esencial de un médico, de una enfermera, un trabajador abnegado de la salud; la importancia de la ciencia por encima de los intereses económicos”, señala.
“Nos apagaron los deportes, los conciertos, los restaurantes, los cafés. Pero ahora nos miramos a los ojos en nuestras mesas, nuestras salas, nuestros balcones”, afirma.
“Hemos reflexionado no solamente en nociones básicas de higiene personal, sino también en la contaminación que hacemos a lo que nos rodea. Los animales andan libres, felices, sin que nada los afecte. Ahora los encerrados somos los seres humanos (…)”, cuenta.
“Todo esto posiblemente no sea apocalíptico, pero sí aleccionador. Quizás la humanidad necesitaba una sacudida que nos despertara del letargo automático en el que vivimos donde le damos protagonismo a la inmediatez de lo tecnológico por encima de la paciencia por lo real”, prosigue.
“De ésta saldremos juntos. Y le daremos el valor a ese beso, a ese abrazo y a esa mano extendida de quien te quiere. Este virus nos hará mejores porque nos hará iniciar todo desde cero. Pero por ahora y solo por ahora no nos agarremos de las manos. Pero estoy convencido que muy pronto, juntos podremos llegar a donde jamás hemos ido”, añade.
Y concluye con un contundente “AMÉN”.
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¿Le hacemos caso?
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