Estamos viviendo un tiempo de templos cerrados, celebraciones religiosas sin fieles. Pero la creatividad de los párrocos también se hace latente y despierta gran admiración “Lo que hay detrás de una misa por internet es mucho trabajo. Sobre todo que estoy solo, ¿no? Ahí te paso un videíto para que la gente vea lo que me pides. Te mando un abrazo”
Así de sencillo. Así de transparente, como todo lo que se puede apreciar en las imágenes. Es los que el padre Pablo Zanor, párroco de la Iglesia María Auxiliadora de Ramos Mejía (La Matanza, Buenos Aires, Argentina), ha querido compartir con Aleteia una experiencia que por estos días se está repitiendo de manera extensa a lo largo y ancho de varias iglesias de América Latina y el Europa: la misa por internet.
Cual si fuera un “detrás de cámara” o “backstage”, lo que muestra el padre Pablo es nada más ni nada menos que el ingenio y la creatividad a la que están apelando muchísimos sacerdotes –en muchos casos también con la compañía de fieles- para que las celebraciones puedan llegar de la manera más adecuada a los hogares en tiempos de coronavirus.
A continuación otro video compartido en las redes por el propio sacerdote, quien invita a un recorrido por todo lo que ha tenido que hacer para que finalmente se pudiera llevar a cabo la transmisión. ¡Luz, cámara y acción!
Y aplausos para el padre Pablo un esfuerzo digno de admiración. Y como señaló en el mensaje anterior: “La iglesia está vacía, pero está con mucha vida (…) Tal vez como nunca”.
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