María Branyas vive en una residencia de ancianos y se ha convertido en una “superabuela superviviente”. La mujer más longeva de España es María Branyas. Vive en Olot, una ciudad mediana de la provincia de Girona (España) que tiene como principal característica estar en plena zona volcánica.
Si los volcanes son milenarios, María es centenaria: el pasado 4 de marzo cumplió 113 años. Nació antes de que existieran la red telefónica y el frigorífico doméstico.
María es noticia porque acaba de superar la covid-19, lo que la convierte en la persona de mayor edad que ha superado el coronavirus en este país. En la residencia de ancianos Santa María del Tura, llevada por el Instituto de Religiosas de San José de Girona, no pueden esconder su alegría.
En marzo, la mala noticia
Esta anciana es un ejemplo de vitalidad: a los 113 años, y a pesar de que ve y oye poco, tiene la cabeza lúcida y es consciente de todo lo que sucede a su alrededor. En marzo sufrió unas molestias y se detectó que tenía infección de orina. En el Centro de Atención Primaria (CAP) decidieron hacerle un test de coronavirus y dio positivo.
En ese momento, el equipo de atención de la residencia consideró que María debía permanecer en aislamiento en su habitación y esta ha sido, hasta hoy, la mayor molestia que ha notado. No podía recibir visitas, pero agradece el cariño y la atención con que la tratan en el centro: “Las personas aquí son muy amables, muy atentas”, dice su hija Rosa, de 76 años.
“Soy muy vieja pero no idiota”
Rosa es precisamente -junto con su marido- quien hace de “comunity manager” de María. En los días de Navidad del año pasado abrieron una cuenta de Twitter a nombre de la Súper Àvia Catalana (superabuela catalana), y ellos plasman las reflexiones de María en la red social. Su lema es contundente: “Soy vieja, muy vieja, pero no idiota”.
“Una mujer fuerte y positiva”
Rosa afirma que su madre es “una mujer fuerte y positiva”. En los días de aislamiento, la notó “aburrida” y de poca conversación al teléfono. Algunas personas de su misma residencia fallecieron a causa de la pandemia. Cree que lo que está pasando en el mundo es “una pena muy grande para todos”.
Pero en cuanto le comunicaron que había superado el coronavirus, volvió a su ser: “Ahora que ya se encuentra bien, está estupenda, tiene ganas de hablar, de explicar, de hacer sus reflexiones, vuelve a ser ella”, dijo Rosa al diario “El Mundo”.
Han transcurrido las semanas y el último test que se le aplicó dio negativo. María explica que su madre se encuentra “bien, con las pequeñas molestias que todo el mundo puede tener”.
Hija de emigrantes españoles en Estados Unidos
María Branyas nació el 4 de marzo de 1907 en San Francisco (Estados Unidos). Sus padres eran emigrantes españoles: él de Pamplona y ella de Barcelona. José Branyas era periodista y allí fundó y dirigió la revista “Mercurio”.
Su padre murió por otra epidemia
La familia se instaló en Nueva Orleans pero cuando María cumplió 8 años todos volvieron a España. Su padre, además de arruinarse, se había contagiado de la epidemia del momento, la tuberculosis, y decidían regresar a España. Sin embargo, falleció en la travesía (que por entonces duraba unos 40 días) y sus restos fueron echados al mar.
María se casó a los 24 años con Joan Moret, un joven médico, y tuvieron 3 hijos. Ha visto muchos fallecimientos de seres queridos (incluido uno de sus hijos, August), pero también ha comprobado que su familia crece: sus 11 nietos y 13 bisnietos esperan ver pronto a la “súper àvia”.
Estas semanas que ha estado aislada en su habitación, María se mostraba “aburrida, angustiada”, según relata Rosa. En cambio, “ahora que ya se encuentra bien, está estupenda, tiene ganas de hablar, de explicar, de hacer sus reflexiones, vuelve a ser ella”. Rosa y su marido llevan la cuenta de Twitter de María.
Su secreto: los paseos con las amigas
¿Existe algún secreto para gozar de la buena salud de María? Rosa da algunas pistas: su madre nunca ha fumado, nunca se ha roto un hueso y “su deporte ha consistido en pasear con las amigas por la Rambla de Girona”.