Las llamadas del Pontífice en plena pandemiaEl timbre del celular del párroco interrumpe un sacro momento en la iglesia de la Asunción, en la comunidad de Jalostotitlán, en el estado de Jalisco.
El sacerdote mexicano Miguel Domínguez algo avergonzado deja de leer el Evangelio para responder a una llamada telefónica desde la Ciudad del Vaticano. Una interrupción no contemplada, incluso a mitad de la misa transmitida en vivo por internet debido a la cuarentena por coronavirus. Los celebrantes se miran entre ellos.
El párroco se escondió a la cámara. El micrófono seguía activo. Luego los parlantes de la capilla amplificaron el diálogo casi irreal entre el pastor de una iglesia de periferia en México y el Obispo de Roma. Al final, el cura se asomó por otra puerta de entrada que del altar da hacia la capilla.
Francisco llamó para saber cómo está el sacerdote, su familia y su comunidad parroquial. Del otro lado de la línea un acento argentino. No se trata de un imitador. ‘Es realmente el Papa’. Los fieles atónitos seguían el momento desde sus casas. El monaguillo quedó de piedra y el silencio reinó.
“Todavía aguanto”, dijo Francisco. “Qué bueno, ¿cómo están sus pulmones?”, preguntó el cura. “Bien, gracias a Dios, muy bien, ¿qué estás haciendo ahora?”, añadió Francisco. “Me estoy preparando para la misa”, indicó Domínguez.
Las llamadas del Papa en plena pandemia de coronavirus
El Papa también recientemente ha llamado a un joven discapacitado que le ha escrito para corregirle sobre algo que hacía mal en la misa. Además, tuvo palabras de aliento para la hermana del sacerdote “don Camo”, que murió de Covid en Italia.
“El Papa se inclinó sobre nosotros”, dijo al diario católico, Avvenire, Elena, la hermana de padre Paolo Camminati, el sacerdote de Piacenza, región del norte de Italia, muerto por el virus a la edad de 53 años. Francesco la llamó: “Una caricia para una tierra flagelada”.
Asimismo, ha contactado telefónicamente con el obispo de Bergamo, Francesco Beschi, dolido por tantas muertes y por las familias desconsoladas por la pérdida de sus seres queridos por el Covid-19 en la región italiana más golpeada por la emergencia sanitaria.
El líder de la Iglesia Católica ha pedido a sus sacerdotes practicar lo que llama “el apostolado de la escucha” en varias ocasiones, es decir demostrar cercanía concreta, sobre todo a través de gestos y aún más en estos tiempos de obligatorio distanciamiento social por la pandemia.
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