La violencia se intensifica en el país sudamericano en plena crisis del coronavirus Este domingo 9 de agosto, el sacerdote Andrés Pesta, vicario de la Parroquia Santa Rosa de la Diócesis de San Ignacio de Velasco (Bolivia), se dirigía a celebrar misa en Cruz Solís cuando de un momento al otro fue interceptado por un grupo de bloqueadores.
Según publica Iglesia Viva, al padre Andrés lo detuvieron, le rompieron los vidrios de su vehículo, le quitaron su teléfono móvil y lo agredieron con amenazas.
La situación, en el medio de un intento de este sacerdote por eludir el bloque para llegar a la comunidad, fue rápidamente difundida a través de redes sociales y desde la propia Conferencia Boliviana de Obispos y Religiosos se repudió el hecho y se expresó cercanía con el sacerdote agredido.
Lo propio hizo el obispo de la Diócesis de San Ignacio de Velasco, Robert Flock, quien hace algunos días había hecho un férreo llamado a la paz.
Es que lo acontecido con este sacerdote forma parte de un derivado de lo que están siendo estos días en Bolivia, país que en medio de la pandemia del coronavirus está viviendo nuevas jornadas de violencia a raíz del bloque de rutas, por ejemplo, en el marco protestas vinculadas a la exigencia de que las elecciones nacionales se realicen en septiembre y no en octubre, como estaban previstas inicialmente.
“Protestas violentas como las coordinadas en Bolivia contra Santa Rosa y otras comunidades, amenazan con postergar las elecciones aún más, pues contribuirían a mayores contagios y a un ambiente de inseguridad que pueda impedir el desarrollo de la jornada electoral”, había expresado Flock a través de un comunicado.
“Es hora que se convierta el descontento en compromiso constructivo para el futuro, abandonando esta violencia fratricida que solo posterga aún más la superación de tantas carencias que sufrimos en salud, educación y desarrollo. Dios mismo nos exhorta: ‘Vivan en armonía y paz’”, concluía el obispo.
La compleja situación, en medio de múltiples enfrentamientos y hechos de violencia como el acontecido con este sacerdote se intensificó durante siete días, pero recientemente se anunció que en esa localidad de Santa Rosa de la Roca se pudo lograr el desbloqueo. No obstante, según informan medios locales como El Deber, mucha gente quedó lesionada y hay miedo entre los habitantes del lugar, además del temor de si los bloqueadores realmente se han ido o están escondidos en zonas cercanas.
“Todos los pobladores han cerrado sus viviendas y las calles están desiertas”, expresó a ese medio el titular del Comité de Operaciones de Emergencia Municipal (COEM) de San Ignacio de Velasco, Bismarck Núñez.
También trascendió que en medio de una ardua negociación fue posible liberar a tres jóvenes que habían sido capturados por los bloqueadores.
Unidad ante el Cristo Redentor
En las últimas horas se dio otro hecho bastante particular, en este caso convocado a través de las redes sociales, la de una concentración de movimientos ciudadanos a los pies del emblemático Cristo Redentor de Santa Cruz.
En los pies del "CRISTO REDENTOR"
Santa Cruz no se calla ni se doblega.#Bolivia #BoliviaUrgente #PititaTwitteraBolivia #SepesYPititas pic.twitter.com/ajtVobZIra— Jorge Robles. (@JorgeRobles0) August 9, 2020
Desde ese lugar, escenario que también tuvo rol protagónico durante el proceso de salida del expresidente Evo Morales del país, se volvió a clamar por la unidad y el rechazo de los bloqueos impulsados, indican medios locales, por simpatizantes al Movimiento al Socialismo y que también están afectando la llegada de insumos médicos para ayudar a los pacientes con coronavirus, pandemia que ya ha dejado en el país más de 3600 fallecidos.
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