Una leyenda de Ascoli Piceno envuelve este magnífico puente, atracción turística de la localidad Una antigua leyenda medieval, cuenta que uno de los puentes en la ciudad de Ascoli Piceno en Italia, fue construido por el poeta y astrologo Cecco d’Ascoli con la ayuda del diablo en sólo una noche.
La leyenda, bastante oscura, nace sobre todo de la fama que el poeta había adquirido a partir de su nacimiento envuelto en un aura de esoterismo y misterio.
Se dice que su madre, que solía asistir a fiestas orgiásticas en honor a la diosa Ancharia, la divinidad femenina pagana que los habitantes de Ascoli Piceno veneraban como su protectora, dio justo a luz en el lugar donde se encontraba el templo dedicado a la diosa.
Aunque quizás la “mala fama” del poeta era por su particular interés por la astrología y la astronomía que hizo que contribuyera a su reputación de alquimista y hechicero con poderes mágicos, experto en ciencias ocultas.
Su nombre verdadero era Francesco Stabili, nació en Ancarano en 1269, pasó su juventud en una de las más hermosas ciudades de Le Marche, como es Ascoli Piceno, también llamada la ciudad de las 100 torres.
Francesco Stabili, conocido como Cecco d’Ascoli, nació en Ancarano en 1269 y pasó los años de su juventud en Ascoli, estudiando en el monasterio de Santa Croce ad Templum.
Por su vasta cultura y su impecable estudio en las ciencias astronómicas, fue llamado para tomar un cargo como profesor en la Universidad de Bolonia. Fue en este período cuando escribió sus primeras obras, el poema L’Acerba (una especie de anti Divina Comedia) y el tratado filosófico cosmográfico Sphaera, con pensamientos tan heterodoxos en materia religiosa que fue condenado a la hoguera por la Inquisición romana por contrastar con los principios de la fe.
Se dice que su personalidad era tan fuerte y polifacética, que Cecco pareció resistir incluso a las llamas de la hoguera, y alguien lo escuchó gritar así: “¡Lo dije, lo enseñé, lo creo!”.
¿Y qué tiene que ver este personaje con la construcción del puente y el diablo? Según dice la leyenda que Cecco necesitaba urgentemente un puente para una necesidad personal e pidió ayuda al diablo, que lo construyó en sólo una noche.
Esta leyenda, común a muchos otros puentes italianos, es desmentida por el hecho de que el nombre lo dio Mastro Cecco Aprutino, quien en 1349 restauró el puente.
Lo que podemos admirar hoy no es el puente antiguo sino una reconstrucción integral del original, con el mismo material recuperado de las aguas del arroyo que corre bajo el puente, después de la destrucción parcial a cargo del ejército alemán en la Segunda Guerra Mundial.
Más allá de la leyenda el Puente de Cecco, es una joya preciosa enclavado en el verde de una exuberante vegetación, meta de todo turista que visita la hermosa ciudad de Ascoli Piceno,