Piénsalo… ¿Vas a estar así lo que te queda de vida?
Si echas un simple vistazo todo va rumbo a peor. Desde que pones un pie fuera de la cama –quien pueda tenerla- hasta que vuelves doce o catorce horas después a ella, ¿te ha dado tiempo a pensar en ti, a pensar en los demás? De todas las horas que has danzado por ahí, ¿cuántas has podido ser tú mismo?
¿Cuántas horas te has parado a mirar el milagro de la vida, a pensar si el mundo que estás ayudando a construir es el correcto? Vampirizado por un individualismo incontrolado, por el ansia de acumular materia y oro, por el ansia de ser más que el otro, que el vecino de al lado, sales a la calle cada día como robotizado, como dominado por unas fuerzas que no controlas. ¿En manos de quién estás? ¿Vas a estar así lo que te queda de vida?
El mundo está camino del colapso. Ninguna advertencia nos parece suficiente. ¿De qué te servirá todo el dinero que hayas podido acumular si un día, no sé, mañana mismo, abres el grifo y no sale el agua? ¿De que te servirán los palacios junto al mar, los coches aparcados en tu propiedad o el barco flotando en el puerto, si un día empiezan a escasear los alimentos, si no tienes nada que llevarte a la boca? Así está ya mucha gente. Pero nuestra comodidad occidental y oriental lo olvida. ¿Qué harías si durmieras a la intemperie, si no tuvieras un analgésico que te aliviara el dolor de muelas, si no pudieras ducharte, si tuvieras que dormir en el suelo? Así está ya mucha gente. Millones de personas que no han podido confinarse porque no tienen ni un sitio donde hacerlo.
Perdonen el sentido interrogativo. Estas preguntas me las he venido haciendo mientras veía los ocho capítulos de El Colapso (www.filmin.es), una serie corta, de ocho capítulos que recrea el mundo tras haber colapsado. El mundo del bienestar en países de Occidente, claro está, porque en otros puntos del mundo el colapso ya ha llegado, pese a nuestra indolencia y pasotismo.
¿Y si llega un colapso como el que vemos en esta serie, tan recomendable, filmada en un vertiginoso plano secuencia, cuál sería tu posición? ¿Intentarías salvarte tú, seguir siendo el individualista que eres, el que solo mira por ti mismo, saldrías corriendo al grito de sálvese quién pueda, o, sin embargo, tirarías de solidaridad, de compasión (que no es otra cosa que padecer con el otro, junto al otro), ayudarías a los demás, formarías tribu, comunidad, humanidad?
Muchos son los signos que indican que es urgente, desde hace varias décadas, virar nuestro estilo de vida. La situación de la pandemia que hemos vivido nos iba a cambiar. Pero el cambio no se ve por ninguna parte. Hacemos las mismas cosas, de la misma forma. Tenemos el mismo odio, la misma falta de hospitalidad, las mismas ganas de competir, de alcanzar el éxito. ¿Qué es el éxito?, me pregunto muchas veces. El éxito no es otra cosa que seguir vivo, levantar la cabeza de la pantalla del móvil y celebrar la belleza. Amar al otro, amar al prójimo como a ti mismo. No es poca cosa esto. Sería un buen comienzo. Quiero decir un buen final.
Título original: L’effondrement
País: Francia
Año: 2019
Director: Jerémy Bernard, Guillaume Desjardins, Bastien Ughetto
Guión: Jerémy Bernard, Guillaume Desjardins, Bastien Ughetto
Duración: 22 minutos por capítulo
Género: Thriller-Drama
Reparto: Bellamine Abdelmalek, Lubna Azabal, Lola Burbail, Thibault de Montalembert, Audrey Fleurot, Samir Guesmi, Claire Guillon, Caroline Piette, Philippe Rebbot, Pierre Rousselet y Bastien Ughetto