Muchos conocen el popular villancico El buen rey Wenceslao, pero lo fascinante es la persona real que hay detrás de él.
Wenceslao era el duque de Bohemia y un gobernante justo, que hizo todo lo que pudo para cuidar de su pueblo.
Una leyenda común cuenta cómo Wenceslao salía todas las noches a dar limosna a los pobres. Cosmas de Praga, en 1119, escribe:
San Wenceslao sigue siendo un intercesor perfecto para todos los líderes políticos, mostrando un ejemplo de verdadero liderazgo y de cómo poner la ley de Dios por encima de las leyes humanas.
Esta es la oración de apertura de la Misa en la fiesta de san Wenceslao, y se puede usar para orar por todos los políticos y servidores públicos.
Oración
Oh Dios,
que enseñaste al mártir san Wenceslao a anteponer el Reino celestial al terrenal,
concédenos con sus oraciones que, negándonos a nosotros mismos,
podamos aferrarnos a Ti con todo nuestro corazón.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, un solo Dios,
por los siglos de los siglos.