En tiempos de incertidumbre y miedo a destacar o ser diferente a los demás, podemos llegar a sentirnos de alguna manera presos, paralizados o limitados por fuerzas que coartan nuestra libertad.
Es un buen momento para mirar a nuestro interior y rezar en silencio y tranquilidad. Abre la galería de imágenes y déjate encontrar por Aquel que puede liberarnos de todas las cadenas, físicas y espirituales:
Oración
Tú, Padre del cielo, que nos has hecho el precioso regalo de la libertad.
Mira cómo a veces nos sentimos encerrados,
aprisionados por cadenas visibles o invisibles que nos impiden amar.
Cuánto quisiéramos mirar arriba, más allá de nuestras "cárceles",
y dejarnos liberar por Jesucristo,
que nos ha salvado de la mentira y la esclavitud, abriéndonos la puerta a la vida plena.
Ayúdame con tu amor poderoso a liberarme
de mis deseos obstinados, de mis equivocados afanes…
y de la tensión y la ansiedad que a veces me provocan.
Vacíame de las mentiras que me impiden conocerte y me encadenan.
Abre mis ojos, mi corazón, mi alma,
a la verdad que permanece en nuestro mundo hoy y que a menudo me cuesta ver.
Danos creatividad para ayudarnos los unos a los otros,
y luchar juntos con valor y esperanza. Regálanos tu Espíritu
para acompañarnos, consolarnos, fortalecernos, cuidarnos,…
Y, conscientes de nuestra pequeñez y de tu gran amor de padre, devuélvenos la libertad.
Haz posible que en este tiempo de uniformidad,
en el que se tratan de borrar las preciosas diferencias que hacen única a cada persona,
la verdad nos haga libres.