El 20 de octubre no es un día más en La Paz, Bolivia. Esta fecha sirve para recordar el aniversario de su fundación (1548), que estuvo a cargo Alonso de Mendoza, de una ciudad cuyo nombre original es Nuestra Señora de La Paz.
Más allá de este pequeño recuerdo histórico, La Paz también se ha posicionado como sinónimo de altitud, con sus más de 3400 metros sobre el nivel del mar, y actual sede de gobierno, siendo uno de los nueve departamentos que forman parte del Estado Plurinacional de Bolivia.
Pero La Paz, al noreste del país, también es sinónimo de colorido y hasta reconocida como una de las más cosmopolitas de Bolivia; y en medio de un paisaje inundado de montañas (cualquiera que conozca este lugar no dudaría en recomendar un paseo; siempre y cuando se pueda, por el Teleférico, una de las principales atracciones turísticas locales).
En cuanto a su geografía, La Paz está divida en la zona altiplánica, subandina y amazónica. Con respecto a su clima, lo que prima es la variedad, que va desde el frío del altiplano hasta lo más tropical vinculado a parte amazónica.
Catedral y Basílica Menor de San Francisco
Ubicada en la Plaza Murillo, uno de los espacios religiosos más importantes la ciudad sudamericana es sin duda es su catedral basílica que también lleva el nombre de Nuestra Señora de La Paz.
Fue construida en 1835 y tiene un estilo neoclásico. Años atrás, se había construido una primera catedral (1692), pero fue demolida. No obstante, la actual catedral, continuó con un proceso de construcción que tuvo como punto culminante la inauguración de sus torres laterales en 1989; instancia que coincidió con la visita del papa Juan Pablo II.
Por otro lado, como alternativa para quienes buscan un espacio de oración y contemplación en medio de una visita por La Paz, también se destaca la Basílica Menor de San Francisco.
Además de estar en un lugar céntrico, se considera uno de los lugares históricos más importantes del lugar; con un destaque particular en cuanto al arte "barroco mestizo". La construcción de este convento franciscano data incluso de un año antes – 1547 – de la fundación de Nuestra Señora de La Paz.
Así que la palabra paz (llena de simbolismo), tan anhelada en los últimos meses y semanas de un país sumergido en una fuerte crisis política y social, sigue retumbando con fuerza.