El pontífice compartió con los carabineros qué es lo primero que hace por la mañana, y les recomendó que hagan lo mismoDar gracias como un primer movimiento espontáneo de la mañana es algo que crea una alegría profunda que resplandecerá durante toda la jornada. Y es lo que hace el papa Francisco cada mañana antes de regresar a su oficina del Palacio Apostólico.
Durante la audiencia que concedió el pasado sábado 17 de octubre a los carabineros de la Compañía San Pedro de Roma, el Soberano Pontífice les confesó que, cada mañana, antes de ir a trabajar, reza primero a la Virgen María para luego observar un instante con gratitud a los militares que vigilan la plaza de San Pedro.
“Cada mañana cuando llego aquí, a mi estudio en la Biblioteca, rezo a la Virgen y después voy a la ventana a mirar la plaza [de San Pedro], a ver la ciudad, y allí al final de la plaza los veo a ustedes. Todas las mañanas los saludo con el corazón y les agradezco”, compartió el papa Francisco.
Luego, el Pontífice argentino les exhortó a ser siempre conscientes de que “cada persona es amada por Dios, es su criatura y como tal merece respeto”.
Una misión en la dedicación
“En su trabajo, alrededor del Vaticano como en otras áreas de la ciudad, están llamados a prestar especial atención a los frágiles y desfavorecidos, especialmente a los ancianos”, destacó el obispo de Roma. Dejando a un lado sus notas, repitió que “los ancianos” son “la memoria viva de nuestra cultura”.
A este cuerpo de carabineros destinado en particular a la protección de la Ciudad del Vaticano, de los peregrinos y de los turistas que acuden del mundo entero, el Papa les subrayó que su misión debía expresarse “en la dedicación” al prójimo. Esta atención “requiere constante disponibilidad, prudencia, espíritu de sacrificio y sentido del deber”.
Reiterando su gratitud a esta Compañía que colabora con las fuerzas italianas y vaticanas advirtió a los militares: “Incluso si sus Superiores no ven [estos pequeños pero significativos gestos de su servicio cotidiano], ¡ustedes saben bien que Dios los ve y no los olvida!”.
Tras invitarles a dirigirse a la Virgen María “sobre todo en los momentos de cansancio y dificultad”, el líder de la Iglesia católica los bendijo a ellos y a sus familias.