San Pedro Poveda es conocido como el padre Poveda. Nació en Linares (Jaén) en 1874. Recibió la ordenación de presbítero el 17 de abril de 1897.
Permaneció en la diócesis de Guadix como profesor y director espiritual del Seminario, vicesecretario del obispo, secretario del gobierno eclesiástico y presidente de las Conferencias de San Vicente de Paúl y de la Obra de la Propagación de la Fe.
También obtuvo la licenciatura en Teología en el Seminario Pontificio de Sevilla, concretamente en el año 1900.
Siendo sacerdote diocesano fundó la Institución Teresiana, que recibió la aprobación canónica en 1917. Es famosa su frase: "La Obra ya no es mía, es de la Iglesia".
Esta institución, que se fue formando lentamente, tiene como rasgos de su espiritualidad la alegría, la mansedumbre, la sencillez y la constante exigencia en el estudio.
El padre Poveda publicó muchas obras pedagógicas y trabajó en educación convencido de que era el motor para evitar el analfabetismo y así vencer las desigualdades sociales.
Las había conocido de primera mano al atender a las gentes que vivían en las cuevas de la periferia de Guadix.
Creó asociaciones de padres y de maestros, ya que creía fundamental su papel en la tarea educativa. Fue capellán real.
Al estallar la guerra civil española y arreciar la persecución religiosa, especialmente contra los sacerdotes y religiosos, San Pedro Poveda fue arrestado el 27 de julio de 1936. Al día siguiente fue fusilado en el cementerio de la Almudena, en Madrid.
"Soy sacerdote de Cristo"
Según el testimonio de personas que estuvieron presentes en el momento del arresto en su domicilio, estas fueron sus palabras: "Soy sacerdote de Cristo". Tenía 61 años.
Una profesora y una joven doctora de la Institución Teresiana encontraron su cadáver junto a la capilla del cementerio de Nuestra Señora de la Almudena, con signos recientes de haber recibido disparos de bala en el pecho. Recibió sepultura en la sacramental de San Lorenzo el día 29.
Sus restos mortales fueron trasladados años más tarde a la Casa de Espiritualidad “Santa María”, de la Institución Teresiana en Los Negrales (Madrid). Allí son venerados actualmente.
San Pedro Poveda fue canonizado el 4 de mayo de 2003 por Juan Pablo II en Madrid.
La fiesta de este santo se celebra el 6 de noviembre junto con la de san Inocencio Canoura, sacerdote y religioso pasionista, y otros católicos, todos ellos mártires.
Oración a san Pedro Poveda
Señor Dios, que llevaste a san Pedro Poveda, fundador de la Institución Teresiana,
a impulsar la acción evangelizadora de los cristianos mediante la educación y la cultura,
y a entregar la vida en martirio como sacerdote de Jesucristo:
haz que sepamos, como él, participar fielmente en la misión de la Iglesia
con el testimonio de nuestra vida cristiana y la entrega generosa al anuncio de tu Reino.
Te pedimos, por su intercesión, nos concedas el favor que deseamos alcanzar (pídase).
Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
San Inocencio de la Inmaculada Concepción
Inocencio de la Inmaculada se llamaba oficialmente Manuel Canoura Arnau. Fue sacerdote y religioso pasionista.
Murió asesinado a los 47 años, víctima del odio a la religión, durante la Revolución de Asturias de 1934, previa a la Guerra Civil española.
Había ido al pequeño pueblo de Turón para confesar a unos niños que se preparaban para la devoción de los primeros viernes de mes.
Su cadáver se perdió con los bombardeos de 1936 pero algunas personas lograron guardar pequeños restos de su sotana, que ahora se veneran en el monasterio de Santa María de Bujedo (Burgos).
San Inocencio de la Inmaculada es patrono de los estudiantes de Filosofía y Teología, y de las personas románticas y sentimentales. A él también se acude en caso de infecciones en general y en situación de apuro.
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