Así será el tradicional Pase del Niño Viajero en Cuenca en tiempos de coronavirus Otra gran tradición cargada de religiosidad popular que en 2020 tendrá que reinventarse. En este caso la localidad de Cuenca (Ecuador) y el Pase del Niño Viajero, una tradición muy arraigada al tiempo de Navidad.
En condiciones normales, todo esto sería un verdadero evento multitudinario cargado de fe y devoción.
El vehículo que usó Francisco
Pero cuando surgen las barreras y limitaciones también gana espacio la creatividad. Así ha sucedido en diversos países a la hora de peregrinaciones y eventos religiosas. Desde el uso de la tecnología hasta procesiones aéreas.
Ahora, una más. Según informó El Universo, el Niño seguirá viajando por Cuenca. Pero no de la manera habitual, sino que lo hará con el vehículo que usó el papa Francisco durante su visita a Ecuador en 2015.
Así lo confirmó el arzobispo de Cuenca, Marcos Pérez Caicedo, quien recordó que el auto fue cedido por sus custodios de la comunidad religiosa de El Quinche para que el Niño pudiera pasear.
Por otro lado, también se ha pensado en la posibilidad de que un helicóptero lo pueda llevar para que aquellos que viven en zonas más alejadas no se pierdan la posibilidad del abrazo.
En tanto, también aparece como modificación en 2020 el hecho de que no serán las misas y celebraciones en el Monasterio de Carmen de la Asunción, sino en la catedral de la Inmaculada.
Una fuerte tradición
El Pase del Niño Viajero es celebración religiosa con fuerte arraigo en la ciudad de Cuenca, provincia de Azuay, y que desde hace unos años fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial del Estado (desde hace tiempo han hecho gestiones para su reconocimiento por la UNESCO como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad).
Durante estos días es común ver esta peculiar talla de madera del Niño Jesús, que lleva un ropaje más que llamativo, recorriendo las calles, custodiado por representantes de diversas instituciones y acompañado por danzantes, entre otros.
El momento también suele presentarse oportuno para que los niños de los diferentes pueblos locales se disfracen de personajes bíblicos alusivos al nacimiento de Jesús como José, María, ángeles, pastores, Reyes Magos, etcétera.
Sin duda, una fuerte tradición que convierte al llamado pase del “Niño Viajero” en una de las postales navideñas más emotivas de América Latina.
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