Cáritas y el llamado a ayudar a Honduras, Guatemala y Nicaragua después de los devastadores huracanes Eta y Iota que azotaron Centroamérica “Como siempre, son los más pobres los que más sufren”, dijo Francisco Fernández, coordinador regional para América Latina de Cáritas Internationalis. Fernández agregó: “Las personas que ya eran vulnerables necesitan desesperadamente refugio, comida y ayuda para protegerse del COVID-19 “.
Huracanes devastadores
Es que en las últimas semanas Centroamérica tuvo que afrontar dos huracanes devastadores. En primer lugar, Eta. Luego Iota. Esto generó que millones de personas se vieran afectadas. Muchos en países como Nicaragua, Honduras y Guatemala han visto como los huracanes se llevaban lo poco que tenían. Además de lo más doloroso, la pérdida de vidas humanas en todos esos países.
La mano de Cáritas en Centroamérica, la hora del amor
No obstante, en medio del panorama desolador. En especial cuando los huracanes pasaron, lo que terminó persistiendo fue el amor. Esto se hizo latente a través del llamado de Cáritas Internationalis, tal cual queda de manifiesto a través de un comunicado que llegó a Aleteia.
En ese sentido, se hace referencia al programa de emergencia inicial para Honduras, Guatemala y Nicaragua. El mismo tendrá una duración de dos meses y costará 250.000 euros por país, se indica. El objetivo será darle respuesta a las necesidades vitales de estos tres países. Entre lo que se prevé proporcionar se destacan los alimentos, el acceso al agua potable, además de medidas de protección contra el coronavirus.
En el caso de Cáritas Honduras, los esfuerzos están focalizados en unas 2500 familias (más de 12.000 personas). En Guatemala las beneficiadas son unas 1600 familias. Aquí, con énfasis en las áreas rurales, pues varias familias de agricultores perdieron la mayoría de sus cosechas por las inundaciones.
Por último, Nicaragua, país que en los últimos días también ha estado en constante oración por las víctimas, además de otras acciones. En este caso, continúa el comunicado de Cáritas, unas 1000 familias (más de 5000 personas) recibirán ayuda en los próximos meses. Además, se recuerda, los indígenas del río Coco servirán de referentes locales para difundir mensajes de salud pública dentro de las comunidades.
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